SOCIEDAD
Investigan la venta

Denuncian que Argentinos Juniors ocupa un predio

El club sólo sería dueño del 43 por ciento de unas 11 hectáreas en el Bajo Flores. Esas tierras eran propiedad del Estado porteño, que tras no poder cobrar la deuda nunca pudo desalojar a la institución.

default
default | Cedoc
Una seguidilla de irregularidades marcan la historia de la compra del predio de 11 hectáreas que tiene Argentinos Juniors en el Bajo Flores. Por esa transacción, que supuestamente terminó en 2004 con la venta del predio al club, se está investigando al ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra.

La denuncia consiste básicamente en que sólo se pagó el 43 por ciento de las 11 hectáreas que ocupa el predio ubicado entre las calles Castañares, Lafuente, Portela y Riestra . Hace dos meses la Defensoría del Pueblo de la Ciudad requirió al auditor  Matías Barroetaveña que investigara la legalidad de la operación.

La venta del predio al club fue dispuesta en 1979, pero se concretó en el ´89. La regularización, según una investigación del diario La Nación, llegó 25 años después, el 24 de diciembre de 2004, durante la gestión de Ibarra.

El 43 por ciento de lo que se abonó por el lugar fue pagado mediante la entrega al Gobierno de una propiedad de Argentinos situada en Artigas 2262, donde funcionaba la antigua sede, en el año 89. El resto de la deuda, acordada en australes, debía cancelarse a diez años. En ese momento la institución nunca pagó, pero utilizó las instalaciones.

En el ´92 la deuda se actualizó y se reconvirtió a pesos. Según el cálculo, Argentinos Juniors adeudaba 309.506 pesos por las hectáreas que ocupaba, siendo beneficiado por la devaluación. Pero en el ´98, desde la Procuración General de la Ciudad se solicitó al Poder Ejecutivo que se rescinda el contrato con el club. Dos años más tarde el pedido se reiteró y se solicitó que esas tierras fueran destinadas a poner en marcha diferentes planes de vivienda.

Sin embargo, nunca se pudo desalojar al club del lugar, y, como afirmó un importante funcionario porteño al matutino, a pesar de que correspondía un desalojo, “ ¿quién iba a tratar de desalojar a una entidad sin fines de lucro que había instalado canchas donde los chicos de los barrios necesitados del Bajo Flores concurren para aprender a jugar al fútbol? ¿Quién iba a pasar con una topadora para tirar abajo la obra que hizo el club, ante el riesgo de que esas tierras fueran usurpadas? Nadie"