Según aseguran choferes y algunos gremios, “aunque ahora se tomen más taxis en la calle que hace unos años, sí es cierto que una gran parte de los pasajeros sigue prefiriendo autos con carteles de radios”, dice Carlos, un taxista con 30 años de servicio, que siempre manejó su auto en forma independiente. “Y sé de varios compañeros que, ante la desesperación por levantar un pasajero más, instalan estos ploteados truchos”, argumenta.
Según fuentes del sector, de una flota de 38 mil taxis habilitados en la Ciudad, sólo el 32% opera hoy como radiotaxi. Y el 78% de los viajes que se hacen se toman en la calle o por una app. Las razones que argumentan es que se modernizaron las flotas, las exigencias para circular hoy son más altas –todos deben tener ABS y aire acondicionado, entre otras prestaciones– y la flota tiene una antigüedad promedio de cuatro años, cuando hace una década era de siete. Y que las apps no cobran el adicional de seis fichas que sí cargan los radiotaxis.
“Si a un taxista le cuesta entre 1.000 y 1.200 pesos por semana el alquiler de una radio, por una cifra similar, pero pagada una sola vez, puede poner un ploteado o incluso el aparato de radio y levantar más”, dice un gremialista que prefirió no ser identificado. Las empresas de radiotaxi consultadas por PERFIL niegan que esto suceda, aunque no quisieron dar más detalles. Para José Ibarra, secretario general de la Federación Nacional de Conductores de Taxis, “es imposible ‘truchar’ un ploteo de radiotaxi. Hay sanciones muy duras para quienes lo hagan y muchos controles. Cuando alguien quiere sumarse al servicio de radiotaxi debe ir a la empresa, y luego a Sacta para la habilitación de la radio. Alguien que falsee un plotter no dura más de un día circulando en la Ciudad. Los mismos taxistas lo denuncian”, asegura.
Resistencia. Las empresas de radiotaxi señalan a la tecnología como su principal problema, a pesar de que algunas de las más grandes –como Premium, Del Plata y otras– ya crearon sus propias apps que compiten con Easy o Safer Taxi y, muy probablemente desde el jueves próximo, con Taxi BA, la app que impulsa el gobierno porteño.
Uber en problemas y desembarca Cabify
El jueves, la Fiscalía de la Ciudad realizó 13 allanamientos en las oficinas de Uber, y a sus gerentes y choferes de la empresa. La causa, que ya tiene más de 20 imputados, se basa en el artículo 83 del Código Contravencional, que prohíbe la utilización del espacio público con fines lucrativos. La empresa declaró, por su parte, que “pese al difícil momento que atraviesa la economía argentina, ya más de mil ciudadanos han encontrado en apps como Uber una fuente digna y flexible de ingreso para sus hogares. Reiteramos nuestro respaldo absoluto para los socios choferes”, dijeron en un comunicado.
Esta semana, además, la empresa española Cabify anunció que este mes comenzará a prestar servicio en Buenos Aires, suscripta como agencia de remís, por lo que “cumple con la normativa establecida por la Ciudad”.