El desalojo de centenares de familias que pretendían asentarse en el parque Indoamericano, amplio espacio verde en el límite entre Soldati y Lugano, derivó ayer en graves episodios de violencia.
El balance preciso todavía no fue oficializado, pero el Frente Darío Santillán denunció que "por la salvaje represión policial habrían muerto al menos dos personas y hay decenas de heridos". La situación, que se convertirá con el correr de las horas en un nuevo escándalo que golpeará al macrismo por un lado y a la Policía Federal por el otro, mostró a uniformados respondiendo a las piedras y palos que les lanzaban los vecinos, incluso arrojando piedras y hasta presionando a periodistas para que no registraran lo que estaba pasando.
La agencia DyN señaló que fuentes de la Policía Federal admitieron que murió un joven, mientras el Frente Darío Santillán destacó que también falleció una mujer de origen boliviano. Según los voceros policiales, el joven había recibido una herida de bala y fue llevado en un auto por los vecinos hacia una sala de atención primaria situada en el cercano barrio de General Savio, donde murió poco después.
Los habitantes de la villa 20 que integran el Frente Darío Santillán afirmaron que las personas muertas "son Bernardo Salgueiro, de 22 años, y una mujer de 24 años", que no identificaron. Según indicaron, esta última "corría a refugiarse en su casa cuando fue alcanzada por una bala".
"La policía reprimió a mansalva y tiró hacia dentro de la villa", dijo a DyN Miriam Lezcano, miembro de la organización que lleva el nombre de un militante social asesinado en la estación de Avellaneda tras una protesta. En el operativo participaron agentes de las policías Federal y Metropolitana. Lezcano indicó que "hay decenas de personas heridas con balas de plomo", alguna de ellas "menores de edad". Tales datos, sin embargo, no pudieron confirmarse.
Lezcano indicó a DyN que un hombre, Wilson Fernández, quedó internado en el hospital Piñero tras recibir un disparo en la cabeza. Tras la represión y la confirmación de los heridos, los vecinos de la villa 20 protestaron en el cruce de las avenidas cruz y Escalada, vigilados de cerca por un nutrido cordón policial.
Los hechos se iniciaron poco después de las 19.30, luego de que la policía, por orden de la jueza María Cristina Nazar, desalojó el Parque Indoamericano, un espacio verde perteneciente a la Ciudad que había sido ocupados por decenas de familias en su mayoría provenientes de la villa 20.
"El operativo terminó en forma exitosa", dijo el ministro de Ambiente y Espacio Urbano, Diego Santilli, cuando había terminado la primera parte del desalojo y no se habían producido los trágicos incidentes frente a la Villa 20. Santilli asistió al desalojo junto a su par de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro. Trascendió que el amplio predio "había sido loteado" por los usurpadores para empezar a construir viviendas.
Tras finalizar el desalojo, un grupo de habitantes, en su mayoría jóvenes, de la villa 20 y otros asentamientos de la zona, rechazaron la presencia policial y empezaron a arrojar piedras y otros objetos contundentes. Los agentes policiales reprimieron con disparos de balas (se suponía que de goma), apoyados por un camión hidrante y miembros de la Infantería.
Los habitantes de la zona resistieron el avance y provocaron un incendio en un depósito lindero de autos abandonados e involucrados en causas judiciales; el fuego y el humo obligaron a los policías a replegarse, pero la violencia continuó.
En los últimos dos años, la Justicia y la Defensoría del Pueblo porteño ordenaron el desalojo de ese playón porque la acumulación de vehículos y su deterioro afectaban la salud de los habitantes de la villa 20. Cerca de las 21, Alberto Crescenti, director del servicio médico de la Ciudad, señaló a DyN que diez agentes habían sido atendidos por presentar heridas en sus brazos y piernas, aunque en un caso la lesión fue en la cabeza.
Fuentes policiales, en tanto, comentaron que doce personas quedaron detenidas en las comisarías 36a. y 52a. La villa 20 es uno de los lugares más pobres y poblados de la ciudad, y según cifras no oficiales es habitada por unas 45 mil personas.
