Pérez es un pueblo de 34 mil habitantes que siempre vivió a la sombra de Rosario. Es el lugar perfecto para el descanso. Para mitigar el ruido de la gran ciudad. O hasta para refugiarse de los tiros enemigos o la persecución policial. Allí, en un terreno de tres hectáreas delimitado por un ejército de pinos en fila, comenzó a edificarse una propiedad que sobresale del resto. No es de un actor de cine. Ni de una estrella de rock. Pertenece a la familia de Claudio “Pájaro” Cantero, el extinto líder de “Los Monos”, la banda narco que domina a la región y que protagonizó los más sangrientos episodios policiales de Rosario.
Antes de conocer la casa es necesario conocer un poco la historia. La historia de los Cantero, que comienza en los barrios “La Granada” y “Las Flores”, ubicados en el sur de Rosario, muy cerca de Villa Gobernador Gálvez. Allí ganaron terreno a fuerza de tiros y aprietes que sirvieron para sembrar el terror. Hace más de una década que los Cantero dejaron de ser una familia para convertirse en un clan. En un clan con nombre propio: “Los Monos”.
Ariel es el padre de “Pájaro”. El primero de “Los Monos”. El “Mono Grande”. En 2003 su gente desató una guerra sin cuartel contra los Rivero, conocidos por todos como “Los Garompas”, otra organización narcocriminal de Rosario. Según fuentes policiales, aquella disputa dejó un saldo de treinta muertos.
A “Mono Grande” lo acusaron por tres homicidios. Pero la Justicia no pudo probar su participación y finalmente terminó absuelto. De todos modos pasó varios años en la cárcel. Fue condenado a cuatro años de prisión por narcotráfico, en una causa iniciada en Corrientes. También recibió una pena de dos años por portación de armas. En 2009 recuperó su libertad. A los pocos meses casi muere en un ajuste de cuentas. Para ese entonces, dos de sus hijos (”Pájaro” y “Guille”) habían tomado el control de la banda, como quien hereda la empresa familiar.
Sin embargo, Ariel nunca abandonó el negocio. Siempre actuó desde las sombras. De hecho, actualmente está prófugo por su presunta relación con el homicidio de Martín “Fantasma” Paz, asesinado por sicarios cuando circulaba en su BMW, en septiembre pasado.
Nuevos ricos. La expansión de Los Monos coincidió con la escalada de violencia que durante estos últimos años sacudió a Rosario. Con el tiempo, ellos comenzaron a modificar sus hábitos. Se mudaron a la zona costera, a un edificio con vista al Río. Compraron coches grandes y relojes caros. La mansión que fue descubierta esta semana en Pérez es una muestra fiel del crecimiento patrimonial.
La obra estaba siendo dirigida por “Pájaro”. Su muerte (fue asesinado de seis balazos el domingo 26 de mayo pasado) no sólo frenó los trabajos sino que sirvió como pista para que la Policía descubriera el destino de una porción del dinero que maneja la banda.
Son tres hectáreas ubicadas en una zona de chacras, a unos mil metros del cruce de las rutas 33 y 14. Tiene caballeriza con diez boxes, una construcción de 300 metros cuadrados cubiertos, un quincho a todo lujo y hasta una pileta con sistema de calefacción y una piscina para uso infantil con el formato de cara de Mickey.
Según el diario La Capital de Rosario, la casa atesora “siete habitaciones con vestidores y baño en suite, tres de ellas con jacuzzi”. Posee un enorme estar, cocina con equipamiento de lujo y hasta duchas que se manejan por control remoto.
La casa fue allanada hace una semana por el juez Juan Vienna. Como era de esperarse no había nadie relacionado a la familia. Solo estaba el casero, que se negó a responder todas las preguntas. Por códigos. O por miedo.