Docentes y padres del histórico colegio privado Guido Spano, situado en el barrio porteño de Palermo, denunciaron hoy el presunto "vaciamiento" de la institución educativa y pidieron asistencia al Gobierno de la Ciudad para poder reubicar a los chicos en otros establecimientos donde cursar el período lectivo 2014.
Esta mañana, empleados del lugar y papás de los estudiantes se presentaron en la sede de la escuela, fundada en 1922, en la calle Billinghurst 1355, luego de que los vecinos denunciaran que un camión de mudanzas se llevó, entre el martes y ayer, parte del mobiliario, elementos educativos y cajas con documentación. Uno de los padres efectuó una denuncia judicial para detener el traslado de los muebles y para que, frente a la "desaparición" de los propietarios del establecimiento, se los cite a declarar para determinar qué ocurrirá con el instituto educativo.
Los papás, autoconvocados mediante cadenas de mails, lograron parar "una mudanza sorpresiva en el colegio". "Evitamos que un camión de mudanza gigante se llevara casi todo lo que había dentro del colegio, embalado para mudanza y preparado para traslado", señaló uno de los padres. Una mamá indicó a la prensa que "evidentemente, acá no hay ninguna mudanza. El colegio tiene un panorama desolador: no hay bancos ni pizarrones ni materiales".
El periodista deportivo Osvaldo Príncipi, padre de una alumna, admitió que "jamás" se sospechó que pudiera ocurrir esta irregularidad porque "era un lugar de mucha confianza".
"Nuestra hija rindió una materia el 15, 16 de diciembre y no tenemos el boletín. Todo se movió, se dice que hay cajas que se llevaron, pero lo concreto es que los documentos no están. Estamos pidiendo un poco de auxilio con sirena a las autoridades que correspondan", prosiguió. Príncipi dijo que el colegio "tiene casi un siglo de vida en el barrio. Esto implica un dolor afectivo que va más allá de los trámites que vamos a tener que hacer, porque quedamos en Pampa y la vía".
Otro papá explicó que "la matrícula 2014 ya está pagada, por lo que, en condiciones normales, nuestros hijos tendrían que concurrir a este establecimiento en el 2014". Reveló que el "el representante legal del colegio (identificado como Mauricio Sánchez) le había precisado al fletero que podía sacar las placas de bronce y venderlas". Una empleada administrativa, con 20 años de antigüedad, sostuvo que la escuela "se seguía achicando, pero no habían echado a nadie. El colegio tiene problemas como cualquier empresa, pero nos venían pagando los sueldos normalmente. Siempre nos decían que se iba a hacer un esfuerzo más para salir adelante". "Ninguno recibió ningún telegrama (de despido). Nos enteramos porque vinieron los padres a la puerta del colegio", agregó.
Una docente del nivel inicial, quien al mismo tiempo tenía dos hijos en el establecimiento, aseguró: "Perdí todo, estamos seguros de que no vamos a cobrar. Estamos pidiendo que el Gobierno y el Estado se hagan cargo, que nos garanticen algo. Es imposible ubicar a 250, 300 chicos en los colegios de la zona". "Con la documentación vamos a hacer todos los pases a otras escuelas. Parte de la documentación está en la escuela, el resto en un galpón", explicó.