En octubre del año pasado el horror se apoderó del Penal de Magdalena. Un incendio en las celdas terminó con 33 presos que murieron asfixiados, cuando los guardiacárceles que los custodiaban cerraron las puertas con candado y los reclusos no pudieron escapar del fuego.
Ahora, trece de los quince penitenciarios acusados de dejar morir asfixiados a los presos de la unidad 28 de Magdalena fueron detenidos por orden de la justicia platenses, que los imputó por “abandono seguido de muerte”.
Dos guardiacárceles se encuentran prófugos. Ayer detuvieron a diez y hoy a la mañana a uno más. Los otros dos se entregaron voluntariamente.
El juez de Garantías platense Guillermo Atenció ordenó la detención de los 15 guardias que estaban a cargo del penal número 28 de Magdalena el 16 de octubre, cuando se produjo en siniestro.
Los penitenciarios dejaron morir a los presos ya que los dejaron encerrados cuando comenzó a incendiarse el pabellón.
Entre los detenidos está el secretario de la Unidad, Raimundo Fernández; el encargado de turno, Jorge Marti, y la segunda jefa de guardia, María del Rosario Roma.
Todos los imputados habían sido separados de la fuerza y formaban parte de una lista de 41 agentes sumariados por ese hecho.
Masacre en Magdalena. El 16 de octubre del año pasado, 33 presos murieron como consecuencia de un incendio que se registró en uno de los pabellones tras una revuelta en la que intervino el personal penitenciario.
Los detenidos de otros sectores de la cárcel acusaron al personal del penitenciario de cerrar con candado la puerta del pabellón incendiado, lo que motivó que los presos murieran asfixiados.
En marzo de este año, un sumario interno del ministerio de Justicia, de quien depende el Servicio Penitenciario, imputó a 41 efectivos del Servicio Penitenciario bonaerense por incumplimiento de funciones cometidos durante el incendio en el penal.
"La acusación comprende no sólo a personal que se encontraba en la Unidad, sino también a oficiales superiores que cumplían funciones en la Jefatura del Servicio Penitenciario y que se habrían mostrado negligentes en su función", se sostuvo en el sumario.
Según esa investigación, se determinaron "graves incumplimientos de funciones por parte del Servicio Penitenciario" entre los que se encuentran "la falta de mantenimiento de la red hídrica" hasta el hecho "de dejar (los guardicárceles) la puerta delantera cerrada en tanto intentaban sacar internos por la parte posterior del pabellón".
En ese sumario se imputó a 22 oficiales y 19 suboficiales de distintos grados de incumplimiento de sus funciones cometidos durante el incendio.
De los 22 oficiales imputados, 16 ocupan los rangos que van de Inspector General y Prefecto Mayor, dos son jefes -Prefecto y Subprefecto- y cuatro son subalternos.