Un error de procedimiento en el traslado de la barra brava de Boca en Paraguay –donde el jueves pasado el equipo de Guillermo Barros Schelotto jugó contra Cerro Porteño por los octavos de final de la Copa Libertadores de América– habría desembocado en una batalla campal contra habitantes de una villa de emergencia de Asunción. Con las fieras de La 12 en la calle llegaron los destrozos y hasta el robo de la recaudación de un local comercial. Conclusión, Rafael Di Zeo, Mauro Martín y otros 235 presuntos integrantes del núcleo más duro de la hinchada fueron demorados y puestos a disposición de la Justicia del vecino país. Hasta el cierre de la presente edición continuaban en la misma situación.
Desde el entorno de la barra aseguraron que la policía guaraní los entregó en el barrio San Felipe, y que no les quedó otra que “bajarse a pelear”. De hecho, las autoridades policiales locales admitieron que cometieron un error de procedimiento cuando uno de los agentes motorizados que escoltaba a los colectivos de La 12 tomó un desvío no programado.
Los cuatro micros que trasladaban a la plana mayor de la barra, entre ellos los dos cabecillas Rafael Di Zeo y Mauro Martín, fueron apedreados en la zona de las calles Perú y Artigas, previo al inicio del encuentro. Más que un error pareció una emboscada.
Lo cierto es que después del ataque casi todos los hinchas de Boca abandonaron los micros y se enfrentaron cuerpo a cuerpo con los agresores. Algunas versiones dijeron que hubo detonaciones de armas de fuego.
En medio de la batahola, un grupo arremetió contra una parrilla de las inmediaciones y, a punta de pistola, se quedó con el dinero de la recaudación.
Nancy Benítez, una vecina de San Felipe, ofreció otra versión de cómo comenzó todo. Y dijo “que chicos que alentaban a Cerro Porteño intentaron robar una bandera de uno de los micros”. Benítez dijo a la prensa local que la barra de Boca “se bajó de cuatro colectivos y con todo lo que encontraban entre las casitas, tiraban las piedras”.
“Eran chiquilines”, dijo sobre los agresores paraguayos. “Criaturas –amplió– que estaban alentando a Cerro. Por eso ellos se enojaron y bajaron”. También acusó que algunos de los barras argentinos entraron a su casa: “Rompieron todo, el vehículo de mi hermano también y robaron todo lo que había dentro. Para protegernos entramos bajo la cama, le metí a mi hija en el ropero”, destacó la víctima.
Todos presos. Los micros que trasladaban a los barras fueron requisados por orden del fiscal Aldo Cantero, en busca del arma de fuego utilizada en el robo. No la encontraron pero sí secuestraron 73 gramos de marihuana, dos gramos de cocaína y bebidas alcohólicas, entre otras cosas.
Cantero dispuso que los ómnibus y los 237 barras de Boca fueran trasladados hasta la sede de la Fuerza Operativa de la Policía Especializada (FOPE). Allí permanecieron toda la noche hasta que ayer a la mañana fueron convocados a declarar.
Los únicos hinchas de Boca liberados en el transcurso de la madrugada de ayer fueron aquellos que pudieron probar que viajaron a Asunción vía aérea.
Antes de los incidentes, La 12 fue recibida por los Chancholigans, grupo violento de Sportivo Luqueño, según contó el periodista Pablo Carrozza.
De acuerdo a las fuentes, los barras pararon en el estadio de Sportivo Luqueño y hasta utilizaron los vestuarios para bañarse.
“Queremos volver con la familia”
“Si nos dejan presos, de acá no se va nadie y viene el resto de la hinchada que se quedó en Buenos Aires”. Rafael Di Zeo pronunció esta frase desde Paraguay, donde se encuentra demorado acusado de provocar disturbios, saqueos y robos junto a más de doscientos barras cuando realizaban el viaje de vuelta a la Argentina.
“Ojalá estén las filmaciones así pueden ver cómo empieza todo”, dijo el barra a la prensa local para desligarse de las acusaciones, aunque no dio mayores precisiones de lo que sucedió. “Nosotros somos hinchas de Boca, venimos por Boca y tenemos pasión por Boca, y queremos volver con la familia”, comentó Di Zeo. En el procedimiento que realizó la policía paraguaya secuestraron droga, alcohol y armas. Consultado sobre el secuestro, el jefe de La 12 evitó referirse al tema. “No lo sé. Nosotros no nos dedicamos a eso. Tengo 40 años en esto, no me dedico a eso”, aseguró. “Vinimos a ver el partido, nada más. Esto que pasó no lo hicimos nosotros”.
Di Zeo aseguró que los hinchas que lo acompañaban no estaban alcoholizados: “Si tomaste alcohol no podes entrar a la cancha y acá entraron todos”.