Prohibido y echado. Un tribunal interdiocesano de Córdoba decidió suspender al sacerdote Nicolás Alessio, que se hizo conocido el año pasado por manifestarse a favor de la Ley de Matrimonio Igualitario, y lo echó de la casa parroquial donde vivía en la capital cordobesa desde hace 27 años.
"Me han suspendido el oficio. Me han dejado en la calle por defender junto a otros esta ley civil que ni siquiera tocaba la doctrina", explicó el cura en declaraciones a radio Mitre, tras contar que se trató de un juicio inédito, que no tiene antecedentes en la provincia de Córdoba por la dureza de su veredicto.
Indignado por la resolución, que le prohibe seguir ejerciendo su oficio, Alessio aseguró: "Da la impresión que esta iglesia tolera a torturadores y violadores en sus filas, pero no a quien piense diferente y se anime a decirlo en público". Además agregó que no tiene interés en apelar el fallo.
La condena. "Se le prohibe ejercer en público la potestad sagrada, es decir: celebrar la Santísima Eucaristía , oír confesiones, celebrar los demás sacramentos y residir en la casa parroquial San Cayetano del barrio Altamira”, afirma el documento eclesiástico que condena a Alessio.
En la justificación de la sentencia, el Tribunal asegura que el sacerdote "ha cometido rechazo pertinaz de la doctrina descrita (…) al sacramento del matrimonio y desobediencia al Ordinario (…). Ha divulgado por escrito y de palabra por los medios de comunicación en contra del magisterio eclesiástico".