SOCIEDAD
Nietos recuperados

El caso Bacca y la polémica por la extracción compulsiva de ADN

En 2008, le sustrajeron a Hilario muestras genéticas para confirmar su identidad. Tras el fallo que le permite mantener su nombre, regresó el debate sobre la cuestión.

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Hijos de Ernestina Herrera de Noble e hilario bacca | Cedoc

A los cuatro años de edad, los padres de Hilario Bacca le dijeron que era adoptado. Alrededor de los 11, cuando en la escuela empezó a estudiar la historia argentina, comenzó a sospechar cuál podría ser su origen por su año de nacimiento, 1978, en plena dictadura militar. En 1997 para estudiar se mudó de Arrecifes a Buenos Aires, donde recibió los primeros llamados de la asociación H.I.J.O.S.: "Allí empezó el martirio de mi vida", contó en exclusiva a PERFIL

Tras llamados incesantes por parte de la agrupación H.I.J.O.S y "allanamientos en su propia casa", según él mismo definió, se le realizó un estudio de ADN compulsivo, con el que se conoció su verdadera identidad. Así se convirtió en el nieto recuperado número 95. Ahora, tras un fallo inédito en el que se le autoriza a conservar su nombre y apellido adoptivos se abrió nuevamente el debate sobre la sustracción forzada de muestras genéticas.

El 19 de noviembre de 2009 se convirtió en ley el proyecto que permitía a la Justicia la extracción compulsiva de ADN para identificar hijos y nietos de personas desaparecidas. La norma fue aprobada por 57 votos afirmativos y uno solo en contra. No obstante, gran parte de la sociedad sigue cuestionando hoy en día la medida, entre ellos varios de los nietos recuperados, quienes en algunas ocasiones mostraron su rechazo de forma evidente.

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Acaso el ejemplo más crudo al respecto sea el de Irene Barreiro. En septiembre de 2014, la mujer armó un escándalo en el juzgado de Ariel Lijo porque se negó a realizarse un examen de ADN de forma compulsiva. Se sospechaba que la mujer era hija de desaparecidos y la obligaron a llevar a cabo las pruebas pertinentes contra su voluntad. Presa de una crisis nerviosa, arrojó la bombacha que llevaba puesta contra el rostro de una de las secretarias del juzgado. Salió corriendo por los pasillos de Tribunales.

Otro caso de gran relevancia mediática fue el de Felipe y Marcela Noble Herrera, los hijos adoptivos de la dueña del Grupo Clarín Ernestina Herrera de Noble, quien fue acusada de apropiación de hijos de desaparecidos, Ambos fueron rehenes de una brutal lucha entre kirchnerismo y el multimedios.

Felipe y Marcela fueron sometidos en más de una ocasión a cotejos de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). El primero de los diversos estudios, ordenados por la jueza de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, determinó que no eran hijos de las dos familias querellantes, Miranda-Lanoscou y García-Gualdero, que reclamaban la paternidad de los dos jóvenes. Un segundo examen también dio negativo.

Finalmente, a principios de 2016 la dueña de Clarín fue sobreseída, tras lo cual su hijo salió a cruce del kirchnerismo: “Puede que sea cierto que ‘el tiempo todo lo cura’, pero yo hace tiempo que estoy esperando que CFK y su mafia nos pidan disculpas”. “Nunca, jamás van a pedir perdón. Dicha palabra no esta en sus diccionarios”, disparó en Twitter, para luego agregar: “Hace tiempo que quedó demostrado, con los ADNs negativos primero, y ahora con el sobreseimiento, que el "relatito" K fue una mentira”.