Tres argentinas que estuvieron vacacionando en Egipto, contaron detalles de la "odisea" que les tocó vivir hasta que finalmente lograron salir del país, sacudido en estos días por violentas protestas contra el régimen de Hosni Mubarak, que ya dejaron más de 100 muertos.
Yanina Rochetti, su amiga Karina Santillán y la madre de 68 años de esta última pasaron momentos "muy traumáticos" hasta que finalmente lograron salir de Egipto.
"Todo el mundo estaba desesperado por irse. Discutían, gritaban y algunos hasta se pegaban. De lejos, se veían avalanchas, mientras desde los mostradores advertían que si no nos tranquilizábamos, iban a dejar de atender", relató Rochetti a C5N, un periplo que vivieron una vez que llegaron al aeropuerto. "Salir de Egipto fue muy traumático para nosotras. Rezamos en el el trayecto que hicimos en auto del hotel al aeropuerto internacional de El Cairo, donde había un verdadero caos que casi nos impide embarcar. No se cómo lo logramos", dijo por su parte a Télam Santillán, una abogada y funcionaria del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires, de 40 años.
Pero la "odisea" no fue sólo llegar al aeropuerto. Santillán, que viajó a Egipto el 23 de enero junto a su madre y su amiga Yanina, de 25 años, también abogada, contó que en el recorrido por la autopista desde Aswan hasta El Cairo, fueron interceptadas por varias manifestaciones. "La gente gritaba y golpeaba las ventanillas del auto. Cómo no entendíamos el idioma era más aterrador aún, no sabíamos qué hacer", dijo Carina al relatar el viaje realizado el viernes pasado desde esa localidad a El Cairo para abandonar el país.
Al llegar a El Cairo, donde pasaron las últimas dos noches en un hotel que tenían reservado, Yanina contó que los turistas no estaban tan nerviosos como ellas. "Creo que no habían pasado por la experiencia nuestra. Nosotras nos sentimos sumamente desprotegidas. No había Internet, ni comunicaciones locales, sólo internacionales. Las llamadas a la embajada argentina daban ocupado", lamentó.
Una vez en el aeropuerto, después de otro periplo para llegar, las mujeres contaron que nadie sabía adónde ir, ni siquiera había personal que orientara a los pasajeros. "No sabíamos ni a qué ventanilla teníamos que ir. Mientras tanto, intentaba contener a mi mamá, que es hipertensa, para que no se descompensara. Nos abrazábamos las tres para protegernos", expresó.
Y agregó que en la corrida hacia las terminales la gente perdía todo, sus carteras y ropa, con tal de salir. "Miles de personas forcejeando pugnando por subir a los vuelos. Nadie controlaba nada, era tierra de nadie. La gente se apretujaba y atravesaba un hall mientras iba perdiendo sus pertenencias por la presión de los cuerpos. Cuando logramos subir al avión no podíamos creer lo que había pasado y seguíamos con miedo por la falta de seguridad del aeropuerto", contó.
Finalmente, las tres turistas argentinas llegaron el fin de semana pasado a la Argentina.
Argentinos varados. Desde el Consulado argentino en El Cairo informaron anoche que hay más de 250 ciudadanos argentinos varados en Egipto por la gravísima crisis social y política que atraviesa ese país africano, y dijo que todos permanecían con "buenas condiciones" de salud, informó DyN.
El jefe la Sección Consular de la embajada argentina en El Cairo, Ricardo Betta Roel, sostuvo además que esas personas siguen a la espera del descongestionamiento del aeropuerto internacional de la capital de Egipto, ya que "el traslado a nivel terrestre" resulta "riesgoso" porque "los asaltos en rutas son moneda corriente".
En tanto, un operador turístico confirmó que un grupo de 14 viajeros argentinos se embarcó anoche desde El Cairo con destino a Tel Aviv luego de suspender parte de su tour como consecuencia de la crisis que afecta a Egipto desde hace siete días. "La actividad turística se canceló hasta nuevo aviso. Se suspendió todo porque la situación es cada vez peor, los museos están cerrados y la gente que viaja en los cruceros ya no baja para hacer las visitas", dijo a la agencia judía de noticias AJN el empresario Mario Sobol, de Sobol Viajes.