El vocero del gobierno francés, Jean-Francois Copé, visitó la ciudad de Buenos Aires y se dirigió hasta la sede de las Abuelas de Plaza de Mayo, a quienes felicitó por su búsqueda de nietos de desaparecidos durante la última dictadura argentina.
“Francia y Argentina tienen una relación muy especial, quizás más que con otros países. Nuestro apego por los derechos humanos es muy fuerte”, afirmó el también ministro delegado para Asuntos Presupuestarios y la Reforma del Estado de Francia, durante su visita a la sede porteña del organismo de derechos humanos.
El funcionario galo asistió a la sede de Abuelas luego de finalizar, durante el viernes, su visita oficial a la Argentina, donde mantuvo reuniones con el presidente Néstor Kirchner y la ministra de Economía de la Nación, Felisa Miceli.
“No es el ministro francés quien está viniendo a verlas, señoras, es el ciudadano francés”, explicó Copé a la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, quien recibió al funcionario junto a otras integrantes de la entidad.
El ministro francés consideró que luego de finalizar su estadía oficial en Argentina le pareció “indispensable” acercarse a la sede de la organización emblemática de derechos humanos. “Tienen que saber que la tragedia que vivió la Argentina marcó muchísimo la mente de los franceses. Lo que el pueblo argentino vivió (durante el gobierno de facto) nos llegó al corazón como si fuera nuestra vida”, describió el ministro.
En ese sentido, Copé recordó también a las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, desaparecidas durante la dictadura, y hecho por el cual el ex marino Alfredo Astiz fue condenado en ausencia a cadena perpetua por un tribunal francés en 1990.
Las monjas Duquet y Domon fueron secuestradas en diciembre de 1977 por un grupo paramilitar comandado por Astiz y llevadas a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde fueron torturadas y luego arrojadas al mar desde un avión militar.