Jorge Luis Miguel tiene 35 años y un pasado lleno de problemas con la policía. Es un comerciante de autos usados y posee una gran cantidad de causas penales en la Cámara Criminal y Correccional.
El primer hecho se remonta al año 1999, cuando fue detenido y alojado en una unidad para menores del Sistema Penitenciario Federal por "robo en poblado y en banda". Al año siguiente, se le abrió un nuevo expediente por el mismo delito, en el Juzgado Nº27. En 2012, protagonizó un hecho de resistencia a la autoridad, tomado por el Juzgado Correccional Nº12.
En enero pasado, fue detenido e imputado junto a dos mujeres y tres hombres de su misma comunidad, acusados de robar casas en Pinamar. Según fuentes policiales, la banda robaba bajo la modalidad "escruche" (entrar a casas cuando sus ocupantes no están) y se "camuflaban" alquilando casas grandes en la zona más rica de la ciudad con el fin de pasar inadvertidos, y luego entrar en ausencia de sus moradores, a las casas del entorno.
“No sería la primera vez que vienen con fines ilícitos”, contó uno de los investigadores en enero a Perfil, a la vez que agregó que “algunos de ellos tendrían antecedentes”.
Lo insólito del caso es que solo dos meses después, el hombre andaba libre. Por aquel entonces el operativo estuvo a cargo de la Jefatura Departamental local, a través de personal de la Policía Comunal de Pinamar. Intervino en la causa el Juzgado de Garantías N°4 de Mar del Tuyú, a cargo del magistrado Diego Olivera Zapiola y la UFI 8 a cargo del fiscal Walter Mercuri.