El asesino de Humberto Daniel Vizgarra, fallecido en enero de 2015 en una parrilla del barrio de San Telmo, fue condenado a prisión perpetua por matar al “valet parking” en un intento de robo.
De los imputados resultó responsable del crimen Patricio Yon Paz Castaño, de 28 años. La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 7 que además dictó seis años de prisión para dos miembros de la banda que participaron del intento de robo y un año para un empleado que filtró información para que sucediera el ataque.
Los jueces Enrique Méndez Signori, Guillermo Jorge Yacobucci y Fernando Canero declararon culpable a Paz Castaño por “robo calificado por haber sido cometido con arma de fuego en grado de tentativa; homicidio criminis causae agravado por la utilización de un arma de fuego; portación de arma de guerra sin la debida autorización legal; y encubrimiento por receptación de una cosa proveniente de un delito”, según consignó el portal Fiscales.gob.ar.
Otro de los acusados fue Javier Aníbal Gimenez, condenado por “robo calificado por haber sido cometido con arma de fuego en grado de tentativa" y también se lo juzgó por "resistencia a la autoridad; amenazas coactivas y privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida con amenazas; supresión de numeración de objeto registrable; y falsificación de documento público".
Brian Alberto Gómez, de 31 años, fue condenado por “robo calificado por haber sido cometido con arma de fuego en grado de tentativa"; y el empleado Luis Lucero fue considerado "partícipe necesario del delito".
Caso. El ataque ocurrió el 5 de enero de 2015 cerca de las 8:00 cuando cuatro hombres llegaron a la parrilla “La Brigada” en la calle Estados Unidos al 465. Estos eran Paz Castaño, Giménez, Gómez y Leandro Elías Campusano (fallecido) que acudieron a la parrilla porque sabían que ese día el dueño llevaba la plata de los sueldos a depositar.
A partir del relato de uno de los empleados en el juicio se supo que Giménez entró al local llevando su curriculum vitae. Como lo dejaron esperando afuera el acusado avanzó con un arma de fuego y ordenó que se tiraran al suelo.
Esta sucesión de hechos fue observada por dos empleados, entre ellos estaba Vizgarra. Comenzaron a forcejear junto con dos integrantes de la banda y empujaron al otro empleado al interior del local. Vizgarra logró escapar hacia Bolivar para pedir auxilio. Cuando se disponía a huir Paz Castaño lo interceptó y le disparó para tener impunidad.
La vinculación entre los delincuentes y con Lucero que proporcionó los datos se comprobó a partir de intercambios telefónicos a los que accedieron los jueces y determinaron la culpabilidad de los acusados. Al momento del ataque Lucero se encontraba de vacaciones.
