Un camarista sumó hoy un nuevo capítulo al escándalo de los viajes de barrabravas a Sudáfrica: confirmó que el líder de la barra de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, tenía prohibido salir del país por estar condenado a dos años de prisión, por lo que comprometió aún más al fiscal Esteban Franicevich, que había dado el visto bueno para que la jueza Mónica Lamperti le diera la autorización que el barra necesitaba.
Se trata de Rubén Jukic, uno de los integrantes de la sala 4 de la Cámara Penal que condenó a Pillín por amenazas coactivas a un empleado de Rosario Central. El camarista sostuvo hoy que desde el momento en que Bracamonte fue indagado en esta causa, tenía prohibido abandonar el país, informó el diario local Rosario 3.
Esa prohibición, según explicó, “estaba vigente” cuando Bracamonte viajó a Sudáfrica, gracias al permiso que consiguió de Lamperti. Esta irregularidad generó que
Pillín fuera finalmente deportado y que el fiscal Franevich fuera apartado de todas las causas en las que está implicado Bracamonte.
Jukic afirmó además que el imputado y la defensa sabían de la prohibición de salir del país y que se habían comprometido a respetarlas. Por eso, explicó, la Cámara ordenó que el imputado “vaya a prisión sin darle ninguna otra oportunidad”.
Bracamonte fue deportado ni bien pisó suelo sudafricano. Hoy quedó detenido en la comisaría 9 de Rosario, donde él mismo fue a entregarse. A partir de ahora, el líder de la hinchada de Central tendrá que pasar todo el mundial y un total de 8 meses tras las rejas para cumplir con la condena a dos años de prisión efectiva. Cumplido ese plazo, el barra puede pedir la libertad condicional, algo que deberá decidir la misma Cámara.
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