Después de que se viviera un verdadero bochorno frente en la Jefatura de Gobierno porteña, con estudiantes y policías a las trompadas, Jorge Telerman se comprometió mediante un acta con los alumnos del colegio porteño normal Mariano Acosta y el establecimiento reabriría sus puertas el 17 de setiembre.
Asimismo, se informó que Telerman rescindirá la concesión de la empresa constructora a cargo de la remodelación del colegio ubicado en el barrio porteño de Balvanera -cerrado desde el 4 de junio cuando se desmoronó un pedazo de cielo raso-, y cuya tarea había suscitado las quejas de padres y alumnos, ya que no veían avanzar las obras con la celeridad requerida.
Actos de violencia. Después de que a lo largo del día los estudiantes se quejaran de algunos actos de agresión por parte de la Guardia de Infantería (que se encontraba en la puerta de la Jefatura porteña y pretendía evitar el ingreso de los manifestantes), pasadas las 18, la tensió derivó en una batalla campal: los jóvenes se trenzaron a golpes de puño con la policía delante de los medios.
Cuando varios minutos después volvió la calma, se llevó adelante una asamblea donde los alumnos presentes aceptaron retirarse de la Jefatura de Gobierno al conocer la decisión de Telerman de firmar el acta de compromiso poniendo fecha a la reapertura del colegio.
Anteriormente, en declaraciones a la prensa, los alumnos junto con algunos padres cuestionaron a las autoridades de la Ciudad al señalar que "no quieren tomar decisiones", mientras que pidieron al presidente Néstor Kirchner que solucione "este terrible problema que lleva años".
Actualmente los alumnos de los cuatro niveles educativos del Acosta están distribuidos en ocho sedes diferentes y piden que se completen las obras en el colegio de Urquiza al 200, en el barrio de Balvanera.