SOCIEDAD

El trabajo de los fotógrafos es clave en el juicio por las muertes del 2001

El registro de los reporteros fue sumado como prueba en la causa por la represión policial que sólo en Capital Federal dejó 5 muertos el 19 y 20 de diciembre de ese año. Galería de fotos

El documento fotográfico aportado en la causa por los reporteros es clave para reconstruir lo ocurrido el 19 y 20.
| Paloma García

"Corríamos postas. Si frenabas para tomar la foto, te disparaban. Si corrías, no tenías la foto. Corríamos postas". Ese es el recuerdo preciso del fotógrafo Juan Pablo Barrientos sobre lo que ocurrió el 20 de diciembre de 2001.

Barrientos fue uno de los varios reporteros gráficos que en aquellas trágicas jornadas salió a la calle para documentar la represión policial desatada por el gobierno de Fernando de la Rúa que sólo en Capital Federal dejó un saldo de cinco muertos (39 en todo el país) y 117 heridos (se estima que fueron 224 en total).

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A 13 años de esos hechos, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6 avanza por estos días sobre las responsabilidades del ex secretario de Seguridad, Enrique Mathov; el ex jefe de la Policía Federal, Rubén Santos y del exjefe de Superintendencia Ciudadana, Raúl Andreotti, acusados por los delitos de  homicidio culposo, lesiones culposas y abuso de autoridad junto a otros quince imputados. De la Rúa, en tanto, consiguió la absolución y sólo declarará como testigo. El documento fotográfico aportado en la causa por los reporteros es clave para reconstruir lo ocurrido y fue considerado como parte de las pruebas por los miembros del Tribunal.

"La foto más fuerte es una pequeña emboscada a siete u ocho pibes en Rivadavia y Avenida de Mayo. Empezaron a pegarle de una manera increíble con culatazos. Había un pibe que se llamaba Juan y tenía más de 27 perdigones en la espalda. A uno de los pibes le rompieron tres dientes a borcegazos", dice Barrientos que por entonces se desempañaba como diseñador gráfico en la revista infantil Billiken y salió de la redacción para registrar la violencia policial en Plaza de Mayo.

Como Barrientos, Nicolás Pousthomis y Paloma García acompañaron con su trabajo la formación del colectivo de contrainformación Argentina Arde, que nació al calor del Argentinazo: "Recuerdo una sensación de cierto optimismo porque de alguna manera sentí que (a partir del 19 y 20) podía haber un cambio grande, que estaba ocurriendo lo que siempre quería que ocurriera; estar viviendo un momento histórico y formar parte de ese movimiento", cuenta Pousthomis, reportero de SUB, cooperativa de fotógrafos. "La fotografía era una herramienta, además de poner el cuerpo. Muchos nos decían que éramos manifestantes con cámaras".

Según García, las asambleas de Argentina Arde - un colectivo del que formaban parte Ojo Obrero,  Contra Imagen y Cine Insurgente - llegaron a convocar 250 personas con la consigna "Vos lo viviste, no dejes que te la cuenten".

"Registré el 19 de diciembre a la noche y la represión del 20 al mediodía", recuerda la fotógrafa que retrató una extensa movilización de vecinos de la asamblea del barrio porteño de Saavedra a Plaza de Mayo (ver fotos). "Es verdad que pusimos el cuerpo; muchos fotógrafos y camarógrafos, que además de ser profesionales dentro del periodismo y la fotografía, entendimos nuestra profesión como una herramienta urgente y necesaria", explica García.

"Había que romper el cerco informativo que precisamente no ‘informaba’ nada o desinformaba: muchos barrios en estado asambleario casi permanente, fábricas abandonadas por sus dueños y recuperadas por sus trabajadores; piquetes y focos de resistencia en todo el país. Nuestras fotos volvían a la gente en muestras callejeras que hacia el colectivo tanto en las paredes del Cabildo como en la asamblea Interbarrial de Parque Centenario", recuerda Paloma García.

Rodrigo Borda, abogado del Centro de Estudios Sociales y Legales (CELS), patrocina a los familiares de Gastón Rivas y Diego Lamagna, asesinados junto a Carlos Almirón en pleno microcentro: "En ese lugar había algunos reporteros gráficos que antes y durante los asesinatos, sacaron fotos. El principal Víctor Belloni era quien tenía la voz de mando en Avenida de Mayo entre Tacuarí y Bernardo de Irigoyen; está probado que ese hombre disparaba con balas de plomo".

Según Borda, "la represión no fue alocada y descoordinada, sino, por el contrario, fue coordinada: la policía cumplió órdenes". El CELS aportó los registros de los fotógrafos Iván Clemenco Villagrán y Bernardino Avila, cuyo trabajo finalmente fue desestimado por el tribunal. Clemenco fue amenazado de muerte después de que se conocieran sus imágenes y debió ingresar en el Programa de protección de testigos: "Su foto muestra el momento en que cae herido de muerte Gastón Rivas; él dice ver al policía que lo mata".

Se estima que el juicio por los asesinatos del 19 y 20, donde se escucharán los testimonios de 500 personas, durará al menos dos años.

(*) De la redacción de Perfil.com