Miles de pasajeros que viajan todos los días por el conurbano bonaerense o hacia Capital Federal están en peligro. Así se desprende de un informe privado que reveló que la cantidad de combis y colectivos ilegales se cuadruplicó en los últimos cuatro años hasta superar los 6.500 vehículos que no están registrados ni cumplen las normas básicas de seguridad vial.
El Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) advirtió que "se cuadruplicó el transporte trucho que circula en el Gran Buenos Aires. En la actualidad, los micros y combis ilegales son 6.570", en un informe que profundiza un estudio previo de la Comisión Nacional de Familiares Víctimas del Transporte Público.
"No se alinean a preceptos básicos de Seguridad Vial. Su única premisa es hacer la mayor cantidad de viajes con la mayor cantidad de pasajeros posible, para que les sea más redituable", indicó el informe.
Las infracciones en este servicio van desde la falta de cinturones de seguridad y el mal anclaje de los asientos -que se agregan para transportar a más personas- hasta la falta de pólizas de seguros. La mayoría ni siquiera están regulados por ningún ente. "Los anclajes y cinturones no son seguros ni están homologados o aprobados. Durante los impactos se desprenden", remarcó.
"Sus dueños transforman furgones en combis, que tendrían que venir preparadas desde las fábricas, porque es más barato", explicó Gustavo Abranvatti, titular del área de Seguridad Vial del CESVI.
Una "indominable cantidad de personas lleva un riesgo muy alto en caso de accidente", consigna el informe, que puso como ejemplo lo sucedido con los integrantes del grupo musical peruano Néctar, que murieron en mayo pasado cuando la camioneta en la que viajaban cayó desde la autopista 25 de mayo .
"En muchas reconstrucciones de siniestros comprobamos que por tratar de 'robarle' el pasajero a otro servicio, las combis corren carreras en las calles y autopistas", indicó Abranvatti.
El transporte ilegal crece desde "la época de la crisis, cuando empezó a mermar el transporte público. Es una alternativa para la población de bajos recursos, porque a veces cubren rutas que no se cubrían con el servicio público", relató.
Además, detalló que al no estar regulados, estos vehículos no se someten a controles como los que efectúa la Comisión Nacional de Regulación del Transporte o verificaciones municipales, por lo que su estado es "bastante pobre y desde ya sin equipamiento en materia de seguridad".
En muchos de ellos el óxido o las malas reparaciones pueden ser una "trampa mortal" en caso de accidente, pues se comportan "inadecuadamente en el momento del impacto", sostiene el texto.
El traslado de un número de pasajeros mayor al permitido aumenta los riesgos, pues los pasajeros en exceso pueden ser eyectados del vehículo durante una frenada. La capacidad de frenado del automóvil puede disminuir notablemente por el exceso de peso, en tanto aumenta la inestabilidad del vehículo ante maniobras exigidas.
Por otro lado, los seguros para uso particular no cubren a los pasajeros, por lo que quien utilice una combi o micro clandestino no tendrá posibilidad de resarcimiento en el eventual caso de un accidente.
De todos modos, el CESVI afirmó que "la búsqueda de ventajas para sacar más rédito de los pasajes no es exclusiva de los transportes clandestinos, sino que hay empresas habilitadas de 'vans' y chárters que permiten que los pasajeros 'viajen en un banquito' cuando ven superada la capacidad del vehículo".
Sus compañías de seguros están habilitadas para rechazar la cobertura del siniestro al basarse en el exceso de ocupantes del automotor, lo que expone a los pasajeros a no ser resarcidos en caso de siniestros.
Fuente: Télam