La policía de Neuquén debió admitir que, debido a la falta de personal, en la Unidad Penal Nº 11 utilizan un maniquí para controlar a los presos.
Así lo afirmó el director del Servicio Penitenciario de la provincia, Daniel Vergés, al diario Rio Negro. El maniquí funciona a modo de “espantapájaros”, en una de las garitas de la muralla perimetral.
Las falencias del sistema ya habían quedado a la vista, por una fuga de dos internos que se había producido el fin de semana pasado.
Aunque el jefe de la Policía, Juan Carlos Lepén, había dicho que desconocía la situación, el Director del Servicio Penitenciario reconoció la situación. “Tenemos un maniquí”, afirmó Vergés. Y agregó: “igualmente, en el sector funcionan cámaras de seguridad”. Para quedarse tranquilo.