A dos días de que se lance la temporada ’08, Pinamar se prepara para recibir a más de un millón de turistas con marcados aumentos en los precios, tanto en el sector habitacional como en el gastronómico y de servicios.
A la carta. Comer cerca de la playa este verano va a costar mucho más que el año pasado. En un restó céntrico, una pizza grande cuesta $ 28 y se dispara hasta $ 35 si uno se anima a agregarle jamón y morrones. Para pasar el bocado, se promedia $ 7 el porrón, y los fanáticos de cervezas premium deberán entregar hasta $ 22 por una botella de litro.
“Tuvimos que subir los precios más de un 20% porque la inflación no es la que dice el INDEC y tenemos más costos que el año pasado, desde los sueldos hasta los insumos”, se justifica el encargado de un parador top mientras explica que para comer mirando el mar hay que sacar del bolsillo unos $ 40 promedio por persona y en los restaurants más “exclusivos” unos $ 60. La nota completa, en Edición Impresa.