Marcos Marcelo Derpich tenía 46 años y una reconocida trayectoria en el Poder Judicial de Mendoza.
En el año 2000 ingresó a trabajar en los tribunales como prosecretario del Juzgado de Instrucción, a cargo de María Alejandra Mauricio, quien casualmente lleva ahora adelante la investigación por su homicidio, cuyo móvil es un verdadero misterio.
Desde abril de 2005 la víctima se desempeñaba como defensor oficial en la Defensoría de Pobres y Ausentes de la Primera Circunscripción Judicial.
Con otro reconocido fiscal mendocino, Santiago Garay, cursó la licenciatura en Derecho. Ante la prensa local el funcionario judicial se mostró conmovido por la triste noticia: “Era un excelente defensor, de los mejores, y excelente persona, amigo de todos”. Su asesinato despertó una enorme conmoción en el ámbito judicial.
Derpich también era reconocido en el ámbito académico de Mendoza. Según allegados dictaba clases de Derecho en la Universidad Champagnat. De acuerdo a datos difundidos por el diario El Sol, Derpich era soltero y no tenía hijos.
