Veterinario, granadero, futbolista o bombero son algunas de las profesiones que más eligen los chicos responder cuando se les pregunta: “¿Qué querés ser cuándo seas grande?”. Si bien la mayoría cambia de planes con los años, otros mantienen su palabra.
Tal es el caso de Tomás Natenzon, quien desde los 12 años forma parte del cuartel de la Asociación Vecinal y Bomberos Voluntarios Vuelta de Rocha Francisco Carbonari: ingresó como cadete y hoy, a los 18, no solo es bombero voluntario –es 6º oficial, en el Cuerpo de Apoyo Operativo– sino que, además, creó un sistema de intercomunicación radial para emergencias entre los cuarteles de bomberos voluntarios de la Ciudad: Vuelta de Rocha, donde Tomás es radioperador, La Boca, San Telmo, Pompeya, Flores y Villa Soldati.
Desarrolló un sistema en una frecuencia que estaba habilitada para los bomberos voluntarios y no se usaba desde hacía varios años. “Primero conecté a mi cuartel y luego sumé a las demás estaciones, ya que sus jefes me propusieron crear la red de emergencia. Un domingo fui a cada central, revisé sus equipos, los acondicioné y después los interconecté”, explicó Natenzon, quien por su afición a la profesión de bombero sufrió bullying en el colegio. “Tuve que abandonar la escuela en segundo año porque me cargaban por ser radioaficionado y bombero y no jugar al fútbol o al rugby con mis compañeros. Pero eso me permitió desarrollar otras cualidades para encarar este tipo de proyectos y concentrarme en lo que a mí me gustaba, que es ayudar a la gente”, aclaró Tomás, que también participa en la ONG BRES (Búsqueda, Rescate y Emergencias Sanitarias) y en el equipo técnico de la procesión a Luján.
Más allá de esa propuesta, la idea nació a raíz del incendio del 12 de enero en la Reserva Ecológica. Apenas Natenzon llegó al lugar, comprobó que los cuarteles estaban conectados con sus bomberos pero no entre sí. “En un incendio hay mucho ruido ambiente, lo cual dificulta las comunicaciones. Entonces me colgué cinco handies en mi cintura y coordiné los mensajes del operativo. De lo contrario, los bomberos tenían que pedir agua o líneas de mangueras a los gritos, y no es lo recomendable”, aseguró el joven.
Natenzon llegó al cuerpo de bomberos voluntarios de la mano de Javier Páez, quien además de ser ex comandante del cuarte de Vuelta de Rocha era amigo de su familia.
“Desde chico me interesó todo lo relacionado con el mundo de las comunicaciones. Desarmaba, armaba y soldaba cualquier aparato de radio que caía en mis manos”, afirmó Natenzon en su charla con PERFIL. “Entrar en la estación me permitió, además de dar mis primeros pasos en las comunicaciones, conocer el trasfondo de las emergencias y vivir experiencias que nunca voy a arrepentirme de haber encarado”, concluyó Tomás, mientras se disponía a mostrar, orgulloso, su “segunda casa”: el cuartel de la calle Garibaldi al 2000.
Una central con historia
La Asociación Civil y Bomberos Voluntarios Vuelta de Rocha nació el 9 de enero de 1935 de la mano de Francisco Carbonari y otros vecinos ilustres de La Boca como Benito Quinquela Martín y Juan de Dios Filiberto. Al principio nació como Sociedad de Fomento, Primeros Auxilios y Bomberos: la finalidad era darles un espacio de contención a los vecinos de la zona, además de participar activamente en la vida del barrio. Es dirigido por el comandante mayor Jonh Olivares, y Sergio Velázquez es el secretario general.