Para dos argentinos "se terminó la suerte" en el lujoso casino del Hotel Conrad de Punta del Este. Los protagonistas de la saga, tío y sobrino de 50 y 29 años, fueron descubiertos por personal de seguridad del hotel y fueron detenidos, acusados de hacer trampa para ganar dinero en las mesas de póker. Para entonces, habían embolsado ya cerca de 20 mil dólares.
Los cables indicaron que los miembros del dúo intercambiaron cartas, además de incitar a los participantes a aumentar sus apuestas para que las ganancias fueran mayores, ganando miles de dólares sin sobresaltos.
Los "sobresaltos" llegaron minutos más tarde, cuando los miembros de la seguridad del Conrad "invitaron" a los argentinos a retirarse hasta la comisaría más próxima. Resultó ser la Seccional 10° de Punta del Este.
Una escalera real con la que definieron una de las manos fue la que terminó por convencer a la seguridad del hotel de la maniobra. La audaz pareja de jugadores, cuyas identidades no trascendieron, fue procesada por "estafa".