Calvario. Quizá éste sea el término que mejor sintetice la odisea que deben experimentar los médicos especialistas argentinos (y extracomunitarios en general) para poder homologar sus títulos en España. Muchos trabajan como especialistas pero contratados como médicos rasos y en muchos casos con sueldos inferiores a su formación. Viven con el temor de ser denunciados y son difamados y acusados de estar menos formados que los profesionales españoles.
Y a todo esto, se suma que en muy poco tiempo, cientos de médicos formados en Argentina, quedarían sin posibilidades de homologar sus especialidades, a raíz de la aplicación de dos normativas europeas que exigen como requisito mínimo entre 3 y 5 años de formación según la especialidad médica. Algunos profesionales intentan homologar desde hace veinteaños, sin suerte.
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