La secuencia se repite cada vez con mayor frecuencia. Primero es el calor sofocante, después llega tormenta, luego la inundación y finalmente los cortes de luz. Habrá que acostumbrarse, porque la temporada de lluvias todavía no concluyó, y según los pronósticos podrían producirse hasta 16 temporales importantes entre diciembre y febrero. Se calcula que habrá aproximdamente una lluvia cada tres días durante todo el verano.
A las deficiencias en la infraestructura pluvial de la Ciudad, se le suma una realidad meteorológica inédita: sólo en el diluvio de ayer cayeron más de 130 milímetros de agua, más que el promedio histórico para todo el mes de diciembre. Fue la peor tormenta desde 1963. Pero eso no es todo: aún quedan otros cinco frentes hasta fin de año. “Tendremos mal tiempo constante, sobre todo a partir del día 20. Quizá no sean precipitaciones tan severas, pero hay que estar atentos", adelanta Antonio Deane, asesor agroclimático de la consultora Weather Wise Argentina.