SOCIEDAD
Una eminencia

Falleció el ingeniero Eitel Hernani Lauría

El prestigioso profesional argentino tenía 92 años y más de seis décadas de trayectoria ejemplar.

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Eitel Lauria | captura
El domingo 25 de junio falleció el prestigioso ingeniero argentino Eitel Hernani Lauría. Tenía 92 años y había egresado en 1949 como Ingeniero Civil (Diploma de Honor) de la Universidad de Buenos Aires. Fue profesor titular de Mecanismos en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, y de Elementos de Máquinas en la Universidad Tecnológica Nacional. Además, ejerció como Director del Departamento de Mecánica Aplicada en la Facultad de Ingeniería (UBA) en dos oportunidades.

Aún hoy, Los Apuntes de Mecanismos de Eitel Lauría y Osvaldo Falco de 1959, publicados por la Línea Recta (El Centro de Estudiantes de Ingeniería de la UBA), se recomiendan en las escuelas de ingeniería de Latinoamérica. Lauría fue Miembro Titular de la Academia Nacional de Ingeniería desde 1974 e investigador con reconocimiento internacional en el área de mecánica aplicada.

Su “Mecánica Analítica de los Engranajes Helicoidales” le valió el premio Ing. Luis V. Migone al mejor trabajo de Ingeniería Argentina en el período 1965-1968, y distinciones internacionales en Francia y Latino América. Fue uno de los pioneros de la enseñanza de la informática en la República Argentina. En esta disciplina fue profesor de la Escuela Superior Técnica del Ejército, Director del Departamento de Computación de la Facultad de Ingeniería (UBA), y del Departamento de Informática del ITBA.

Cabe mencionar entre sus numerosas actividades, la creación de la Carrera de Analista de Sistemas y del Centro de Cálculo de la UTN (del que fue Director), y la formulación moderna del Plan de Estudios de Análisis de Sistemas de la Facultad de Ingeniería, UBA. Fue también durante décadas un profesional exitoso de la ingeniería civil, dedicado al proyecto, cálculo y dirección de estructuras de edificios de vivienda e instalaciones industriales y comerciales. Tuvo actuación en la función pública, y su paso por la misma tuvo el merecido reconocimiento de aquellos que trabajaron junto a él, tanto por su profesionalismo como por su manifiesta honestidad.

Cumplió funciones directivas en el Ministerio de Obras Públicas, en ENTEL, en el Ministerio de Planeamiento, y en el Servicio Universitario de Computación de la UBA. De la mano del ingeniero y escritor José Isaacson, por el año 1982, se inició en el periodismo científico, y la divulgación científica y técnica, con unos doscientos artículos publicados fundamentalmente en el diario La Nación.
 
En agosto de 1942, recibió la medalla “Ministerio de Justicia e Instrucción Pública” como mejor alumno del Colegio Nacional de Adrogué. Su promedio de 9.84 constituía el más alto obtenido por los egresados del año 1941 en todos los colegios secundarios de la República Argentina. En su discurso de aceptación del premio, con solo diecisiete años, señaló: “Una medalla no puede ni debe significar a esta altura de mi vida una consagración, sino que implica una grave responsabilidad, la responsabilidad de que mi conducta en el futuro, como argentino y como estudiante universitario sea una constante verificación de que he sabido merecerla".

(*) La nota fue escrita por su hijo Etiel J,M. Lauria como parte de un homenaje a la memoria de su padre.