Una mujer de 27 años, embarazada de pocas semanas, murió luego de sometió a un estudio oftalmológico en una clínica privada de Mendoza.
Yamila Adriana Díaz concurrió el viernes pasado con su marido Omar Valentín Torres (39) a la clínica Oftalmos porque tenía problemas de vista. El matrimonio, que tiene otros dos hijos pequeños, reunió el dinero que les pedían en la clínica y viajó desde la comuna de Rivadavia, hasta la capital mendocina, un trayecto de 60 kilómetros. Se trata de una familia de bajos recursos, que vive de la cría de cerdos.
Ese mismo viernes fue atendida en la clínica, donde una enfermera le inyectó una sustancia en el brazo para dilatarle las pupilas. Inmediatamente, entró en shock y se desmayó.
En ese momento, según declaró el marido, ingresó a la sala una médica de apellido Paredes que le preguntó si su esposa tomaba algún medicamento. Le respondió que sí pero no los había traído. Luego fue trasladada al Hospital Central de Mendoza.
Según indica Diario Uno, en la puerta de la habitación del hospital había una mujer que se presentó como la secretaria del consultorio Oftalmos y le preguntó Omar Torres si necesitaba plata.
Según él, la mujer le devolvió los $560 que habían pagado por la visita e inicio del tratamiento, pero además le manifestó que si necesitaba más dinero ella se lo daría.
Yamila falleció el martes, cuatro días después, en el Hospital Central.
Fuentes judiciales dijeron que el líquido que le colocaron podría ser yodo fluorescente para realizarse el estudio de oftalmológico por contraste. El shock sería motivo de una reacción alérgica.
La joven estaba embarazada de seis semanas pero se presume que ni ella ni su pareja lo sabían. El caso por el momento está calificado como averiguación muerte.
En la Clínica y en el Hospital se negaron a dar declaraciones a Perfil.com