El grupo de delincuentes habría asaltado un departamento en el séptimo piso de un edificio, en Rondeau 84, y habrían tenido armas de guerra.
Según primeras informaciones, habría sido un vecino de la víctima del robo quien dio aviso a la Policía. Los malvivientes se habrían llevado un botín cercano a los tres millones de pesos del departamento. Los peritos que trabajan en la causa creen que se habrían realizado unos 120 disparos en el seno de uno de los barrios más transitados de la ciudad de Córdoba.
El Fiscal Rubén Caro explicó a la prensa que “pasada la medianoche un grupo de 5 o 6 sujetos, no tenemos aún con precisión, habrían ingresado a un séptimo piso donde vive una pareja, que además son administradores de propiedades. Entraron encapuchados y les pidieron que les entregaran todo lo que tuvieran. Ellos no opusieron resistencia, salvo que se encerraron en el baño en un primer momento lo que provocó que le dispararan en la pierna”, detalló.
“Un vecino vio movimientos raros y dio aviso a la policía y los efectivos llegaron inmediatamente y se encuentran con los asaltantes con el trágico desenlace de dos delincuentes muertos, un policía muerto, tres policías heridos y el propietario que tiene herida una de sus piernas”.
El funcionario judicial se mostró sorprendido por la magnitud del hecho, pocos habituales en la ciudad de Córdoba. “Estuve a la madrugada y la policía pudo contar unas 60 bainas, pero los disparos fueron mucho más. Realmente fue un asalto muy grande y no hubo más víctimas. Había bares y pudo ocurrir un desastre mucho mayor. Hay una persona detenida según aviso la policía, que sería integrante de la banda, con fuertes antecedentes penales, al igual que las dos personas que fueron abatidas. La banda tenía armas de guerra, nos llamó la atención el equipamiento que tenía. Estaban preparados para gatillar tipo metralletas. También había inhibidores de alarmas y nos muestra que estaban preparados y con conocimiento del lugar. Uno de los delincuentes abatidos tenía aproximadamente 60 años y el otro unos 35 años”, completó Caro quien habló de “milagro”, respecto a que no haya más heridos debido al lugar en que se dio el hecho, uno de los más transitados de la ciudad.
Víctima
La policía provincial se encuentra conmovida por la muerte del cabo Franco Ferraro, quien tenía 32 años y pertenecía a la SEOM (Sección Especial Operaciones Motorizadas). El joven fue uno de los primeros en llegar al lugar y falleció al recibir un disparo en la cabeza a manos de los criminales en el ingreso al complejo de departamentos, en la vía pública.