Las firmas que Susana Acosta realizó en el registro de asistencia del colegio Padre Roque Correa, el día en que desapareció la docente tucumana Beatriz Argañaráz, son falsas. Así lo informaron fuentes de la investigación tras las conclusiones de los expertos de la Policía Científica sobre los peritajes caligráficos.
Según indicó Carlos Picón, uno de los abogados de la familia Argañaráz, las rúbricas de entrada y salida de la ex novicia Acosta fueron hechas por otra persona mientras que tampoco corresponden a ella la firma de ingreso del 1 de agosto, un día después de la desaparición de la docente, pero si la que figura en la columna de salida.
Las pericias caligráficas no sólo comprometen aún más a Acosta, quien está detenida junto a Liliana Fernández, sino que también involucra al personal del colegio donde trabajaban junto con la docente desaparecida.
Por esa razón, el letrado Picón adelantó que ahora solicitarán que todo el personal del establecimiento educativo sea sometido a una prueba caligráfica para determinar quien encubrió a Acosta.
El abogado de la familia Argañaráz informó que la fiscal Liliana Giannoni le solicitará al juez Edmundo Zóttoli que agregue a la carátula el cargo de ocultamiento de personas, lo que agravaría la pena de las detenidas en caso de ser encontradas culpables
Por otra parte, una monja se presentó imprevistamente en la Fiscalía y contó que la ex pareja de Argañaráz le confesó que cuando estaba con la docente "sentía ganas de morir", por lo que la religiosa consideró que el hombre podría tener algún tipo de participación en la desaparición de la maestra.
Según indicaron los medios locales, la monja se presentó esta mañana ante la fiscal Adriana Giannoni, a quien le pidió que investigue a Julio César Navarro, ex pareja de la maestra desaparecida.
La religiosa y la fiscal estuvieron reunidas por espacio de una hora y, durante el encuentro, la monja le confesó a Gianonni que el viernes pasado, en la marcha para reclamar la aparición de la docente, Navarro le confió que la ausencia de Betty “le daba fuerzas y muchos deseos de seguir viviendo”.
Beatriz Argañaráz desapareció el pasado 31 de julio cuando salió de su casa rumbo al colegio Padre Roque Correa, donde trabajaba y estaba a punto de asumir como directora del establecimiento.
Desde entonces, no se tienen noticias sobre ella. En la causa están detenidas Acosta y Fernández, en tanto que Julio Fernández, hermano de esta última, se encuentra prófugo de la Justicia.