Pocas horas después de que el feroz temporal dejara 48 muertos, el papa Francisco envió un mensaje a los familiares de las víctimas y damnificados por las inundaciones en Buenos Aires expresándole “su paternal cercanía espiritual” y, además, pidió a las instituciones civiles y eclesiales brindar “ayuda a cuantos han perdido sus hogares o sus bienes personales".
A través de un mensaje enviado al flamante arzobispo porteño, monseñor Mario Aurelio Poli, por el nuncio apostólico Emil Paul Tscherrig, Francisco reconoció estar “profundamente apenado” por los graves daños que provocó el temporal en barrios de Capital Federal y, especialmente, en La Plata.
A su vez, ofreció oraciones por “el eterno descanso de los fallecidos" y convocó a las instituciones civiles y eclesiales, así como a las personas de buena voluntad, a “prestar con caridad y espíritu de solidaridad cristiana la necesaria ayuda a cuantos han perdido sus hogares o sus bienes personales”.
En la carta firmada por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de su Santidad, el Papa impartió a los afectados y a quienes participan de las tareas de rescate "la bendición apostólica, como signo de cercanía al querido pueblo argentino".