Antes de su asunción como Francisco, Jorge Mario Bergoglio mantuvo un extenso encuentro con la presidenta Cristina Fernández. Ella le llevó de regalo un juego de mate, y la bebida rioplatense quedó así nuevamente en el centro de la escena mundial al menos por un rato. Este es el diálogo que mantuvieron dos expertos materos en el Vaticano:
CRISTINA: Esto es un equipo de mate de los de Argentina Trabaja, la cooperativa de trabajadores argentinos. Vamos a romper los papeles porque es de buen augurio (dice al abrir el paquete).
PAPA: ¡Qué bonita! ¡Qué buen gusto!
C: Esto es un termo, el agua y la yerbera. Mire qué linda esta yerbera de calabacita. Y la azucarera.
P: ¡Qué bonita! Después nos tomamos unos mates.
C: (Se ríen.) Por ahí hay alguno que lo usa y quiere convidarle. Este es el mate que lo lleva a la boca, tiene una forma especial. Ahí está el matecito y la bombilla.
P: Muchas gracias.
C: No, por favor. ¿Puedo tocar? Nunca un papa me había besado.
P: Esta fotocopia...
C: Sí, es de cuando vinimos con Michelle Bachelet por los treinta años del canal de Beagle del cardenal Samoré. Es muy lindo.
P: Esto es una mayólica que es de toda la Plaza de San Pedro. Es una mayólica especial que se hace.
C: ¡Qué lindo! Muchas gracias, esto es para colgar.
P: Sí (mientras saca libros).
C: Ah, qué bien, libros.
P: Esto va a ayudar para ver un poco qué pensamos en este momento los padres latinoamericanos. Es corto, y este otro es un estudio de un investigador que a mí me gusta mucho.