En el festival de trap femenino que se hizo el mes pasado en la Usina del Arte, las y los asistentes pudieron maquillarse con mucho brillo y glitter, diseños personalizados y peinados que acompañan los looks de los artistas de ese estilo musical. Y ahí estaban las “glitteras”, un grupo de maquilladoras y peinadoras alumnas y ex alumnas de uno de los talleres que se dan en el programa Arte en Barrios, que da capacitaciones en 22 zonas vulnerables de la Ciudad, organizado por el Ministerio de Cultura porteño.
Ellas son las encargadas de peinar y maquillar a los asistentes de los eventos del gobierno porteño. Algunos de los eventos en los que participaron fueron el FIBA, la inauguración de la avenida Corrientes –donde maquillaron y peinaron a más de 400 personas–, el festival de trap femenino en la Usina del Arte. También en el Abasto y el Museo de Arte Moderno.
“Somos un grupo de diez maquilladoras, la mayoría son chicas de los talleres que hicimos en la 31”, cuenta Mónica, una de las docentes del taller de peinado teatral y ex alumna de los talleres cuando se hicieron, hace cuatro años, en la Villa 21-24 de Barracas, donde vive. “Yo primero fui alumna en Barracas, primero de maquillaje y después de perfeccionamiento de peinado. Cuando se hicieron unos festivales en la Usina del Arte, como la profesora no podía ir, me pidió que vaya y haga el aguante. Yo en ese momento estaba sin trabajo, así que fui, me vieron y me dieron la posibilidad de ser ayudante en los cursos, dando clases. Y quedé como profesora de peluquería”, cuenta Mónica, de 42 años, que después de haber hecho los cursos se convirtió en una de las docentes del programa.
“Tuve que remarla, volví a empezar a hacer todo lo de peluquería. Y me anoté en los talleres”, agrega Mónica, quequedó a cargo de sus dos hijos y volvió a su trabajo como peluquera, y a los cursos.
Las clases ahora se están dando en Soldati, antes se hicieron en la 21-24 de Barracas, y en el Barrio Padre Mujica de la Villa 31 de Retiro. Entre las alumnas, cuenta, hay mujeres de todas las edades: desde los 17 hasta los 60, “con ganas de seguir aprendiendo”, dice. En el curso de peinado teatral, las alumnas visitan el Teatro Colón y el San Martín.
“El objetivo es que las chicas tengan salida laboral. Estar en los eventos es una vidriera para mostrarse. A mí el maquillaje artístico me encanta, es mucho más creativo y permite jugar con la imaginación. Usamos mucho glitter, maquillaje bien cremoso y sombras”, agrega.
“Cuando estudiás algo y te llaman para trabajar de eso, sentís que estás haciendo algo bien”, cuenta Priscila (22), maquilladora y mamá de dos hijos. “Tenía algo de base de ver tutoriales en YouTube. Por eso me anoté en el curso. Ahora trato de trabajar de esto. Cuesta mucho tener los materiales, pero de a poco me voy armando”, dice.