dyn
El sacerdote Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores, presentó un recurso de hábeas corpus para obtener su excarcelación, que le fue denegada a fines del año pasado.
El pedido fue realizado a través de su abogado, Rodrigo González, ante el Tribunal de Casación bonaerense, para que durante la feria le concediera la libertad bajo el argumento que indica que la condena aún no está firme pues falta una última instancia judicial: la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La defensa sostiene que no hay riesgo de fuga y que durante estos años el sacerdote siempre se presentó ante la Justicia.
El 30 de diciembre pasado, la Cámara en lo penal de Morón rechazó un pedido de libertad de Grassi y dejó al sacerdote cumpliendo su condena en la cárcel bonaerense de Campana.
Pero ahora la estrategia de Grassi es apelar al hábeas corpus, una institución jurídica que busca evitar los arrestos y detenciones arbitrarias.
El abogado Juan Pablo Gallego, representante de la querella, salió a rechazar cualquier posibilidad de que el cura vuelva a las calles. “Grassi no es una persona de quien se desconozca su paradero, y no está en una situación ilegal. Es una persona con condena firme que lo único que le queda por hacer es cumplirla. Si no, todos los presos presentarían hábeas corpus. Es una herramienta jurídica llevada al absurdo”, se quejó.
Grassi está preso desde el 23 de septiembre pasado, cuando el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón, que lo había condenado en julio de 2009, decidió encarcelarlo apenas la Suprema Corte de Justicia bonaerense confirmó la pena de 15 años de prisión en su contra por abuso sexual y corrupción de menores.
Si bien la causa había empezado en 2000 y tomó estado público en 2002, con un informe de Telenoche Investiga, Grassi sólo había estado hasta ese momento un mes arrestado y luego siguió todo el trascurso de la causa en libertad porque el fallo no estaba firme