La organización ecologista Greenpeace apelará la decisión de un tribunal ruso que ayer condenó con 60 días de prisión preventiva a los ambientalistas que permanecen detenidos en ese país tras una protesta en el Ártico.
"Ninguno de los miembros de la organización cometió el delito de piratería", explicó Martín Prieto, director ejecutivo de Greenpeace en Argentina. "Nuestra acción fue en una plataforma de petróleo, Greenpeace nunca abordó un barco, ni tuvo el propósito de robo, mucho menos existió violencia por parte de la organización".
La policía rusa detuvo a 30 ecologistas, entre ellos los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orzi, por intentar abordar una plataforma de perforación petrolera propiedad de la compañía estatal rusa Gazprom.
"Estas detenciones son como la industria de petróleo rusa, una reliquia de una época pasada. Los 30 están en prisión por llamar la atención sobre la imprudencia de empresas como Shell y Gazprom", resaltó el director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo.
En este sentido, a través de un comunicado, Naidoo afirmó que "el Ártico se está derritiendo frente a nuestros ojos y nuestros activistas se mantienen en defensa de aquellos que quieren aprovecharse de esta crisis para perforar por más petróleo".