La madrugada del 21 de julio último cambió la vida de Norma Córdoba para siempre. Alrededor de las tres de la madrugada de aquél día, Fabio (hijo del Secretario General del Sindicato de Obreros Curtidores y diputado nacional del Frente para la Victoria Walter Correa) embistió con una camioneta Ford Ecosport a Federico Rearte, quien falleció en el acto. A veintidós días de aquél fatal desenlace en Moreno, la madre del joven fallecido dialogó con PERFIL y denuncia un pacto de impunidad.
El último jueves, la fiscal Luisa Pontecorvo, a cargo de la UFI 3 de Moreno, le informó a la familia Rearte que el resultado de las pericias resultó benévolo con el hijo del diputado K. El joven ahora enfrenta cargos por “homicidio culposo”, lo cual le valió salir en libertad a la espera del juicio. Esta decisión trajo disgusto en la fiscalía y en la defensa ya que pedían que se lo caratule como “homicidio simple”, lo cual implicaría una pena más dura.
Por lo pronto, el lunes la familia pedirá una "revisión" de las medidas de prueba. En el expediente consta que Correa iba alcoholizado, aunque con el último resultado, solamente iba a 35 kilómetros por hora y con 0,8 de alcohol en sangre.
—¿Cómo tomaron el cambio de carátula?
—La fiscal estaba segura de que estaba alcoholizado. Para que la jueza mantenga esa carátula tiene que presentarle pruebas que elaboraron los peritos, que justamente lo favorecieron. Realizaron pericias toxicológicas y peritaron el auto: determinaron que venía a 35 kilómetros por hora y que mi hijo venía a 70 en su moto. A mi hijo lo embiste la camioneta al cruzar la intersección de las calles D’Errico y Corrientes y le quiebra una de sus piernas en dos partes. Luego vuela hasta arriba de una vereda con moto y todo y se da contra el paredón. Ahí se rompe la cabeza y tiene una agonía de unos minutos. Finalmente murió de un paro cardiorrespiratorio. Todo esto se produjo a 35 kilómetros por hora, eh.
—¿Tanto el diputado Correa como su hijo se comunicaron con usted luego de la tragedia?
—Jamás. Solamente escribió un tweet para que contemos con su apoyo y solidaridad y que su hijo iba a cumplir lo que la ley le dijera. La ley en este caso le dice que con estas pericias tramposas su hijo va a esperar el juicio en libertad. Aquella noche, luego de abandonar a mi hijo, Fabio Correa partió rumbo a Merlo, a lo de una amiga que resultó ser abogada y allí delinearon la estrategia a seguir. Esto está escrito en la causa. Lo más indignante es que estuvo preso solamente quince días. Ahora, recién en dos o cuatro años se hará el juicio.
Como padre y ante la desafortunada tragedia ocurrida el 21 de julio, mi familia y yo queremos manifestar nuestras condolencias a la familia Rearte y sus allegados, poniéndonos a disposición para que encuentren consuelo y justicia. (Sigue)
— Walter Correa (@waltercorreaok) July 23, 2018
—¿Cómo se explican el resultado de las pericias?
—La secretaria de la fiscal me dijo que se realizaron en La Plata. Con todo esto se materializa la impunidad del poder, porque no podía venir manejando a 35 kilómetros y embestir de esa forma a mi hijo. Es más, consta en el expediente que se activaron los dos airbags de la camioneta y que Correa vomitó. También había botellas de bebidas alcohólicas. Con todas esas cosas, no me cierran las pericias. Por eso, la doctora Pontecorvo va a pedir una revisión urgente de esas pruebas.
—¿En lo personal como la afectó esta tragedia?
—La impunidad está a la vista: no les importó nada. Puede ocurrirle a cualquiera un accidente, pero te bajás y pedís ayuda. No lo dejás tirado como un animal. Correa se fue de ahí para que le solucionen el problema. El fin de semana el diputado habló en un acto (N de R: el Plenario de la Militancia que realizó el kirchnerismo en Ensenada) sobre un proyecto que va a presentar de Derechos Humanos. A los minutos le escribí un mensaje por Facebook y en donde le dije que me encantaría que venga a darme las condolencias, o que al menos me llame. Que me mire a los ojos y hable de Derechos Humanos. No tiene cara para hacerlo. De hecho, lo conozco hace mucho: fuimos compañeros en la secundaria José Hernández de Moreno.
—¿Y a nivel familiar?
—Nos devastó. Nosotros somos una familia grande, ensamblada. Nos partió el medio esta muerte. Lo único que hacen mis hijos todo el día es llorar. No sé si ellos (los Correa) tienen conciencia de lo que hicieron. Quiero que den la cara y que realmente no metan la mano en esto. El poder fue el que tocó las pericias. Recién la semana pasada pusimos abogado. No sé cómo lo vamos a pagar. Me escribieron muchos abogados para hacerse cargo de la causa, pero no sé bien quienes son y si los manda Correa. Yo, apenas soy una auxiliar de la escuela 24 y una hago la licenciatura en trabajo social.
—¿Tiene el teléfono pinchado?
—Seguro, porque gente que está trabajando en la causa me dijo que tengo el teléfono pinchado. Ayer me limpiaron todo el Facebook. Me hicieron una nota televisiva el viernes en Tele Red, ayer no la encontrábamos en el canal de YouTube de la señal. Fue la gente de Correa.
—¿Cómo cree que va a terminar todo esto?
—Va a quedar en la nada. Fede va a ser un recuerdo y Fabio Correa va a seguir gozando de la libertad. Perdí la fe ya, aunque al principio estaba más confiada. En realidad, esto no es un accidente, es un homicidio. Siento que va a quedar impune.