El running es una actividad que convoca a miles de porteños, y algunos fanáticos aseguran que –como contó PERFIL– hay zonas, como Palermo, que están “saturadas”, con corredores que se acumulan en distintos horarios.
Por eso, y con el objetivo de convertirla “en la capital del running de América Latina”, la Ciudad planea hacer dos circuitos con pistas profesionales para corredores en distintos parques públicos –uno, en Recoleta; el otro, en Parque Avellaneda– que estarían listos el año que viene, y costarán, entre ambos, unos $ 30 millones, lo que despertó críticas entre algunos vecinos y generó hasta una petición en la plataforma Change.org (ver aparte).
La plaza Rubén Darío, que abarca las avenidas Pueyrredón, Figueroa Alcorta y Del Libertador, y la calle Austria, es la destinataria del proyecto de una pista de running hipermoderna, de caucho ligado con poliuretano, un ancho similar al de una pista de atletismo y 1.280 metros de extensión. Las obras comenzarán en las primeras semanas de octubre, y los responsables del proyecto buscan que se replique en otras zonas de la Ciudad. El material, aseguran, no se deforma ante el uso intensivo, y garantiza una protección ante los rayos UV que evita el desgaste.
Pero eso no es todo: la pista, que costará $ 17 millones, estará equipada con sensores para medir el desempeño atlético de los corredores. El sistema tendrá dispositivos de dos clases: unos al ras del piso, que medirán cuánto tarda el usuario en llegar de un punto a otro, y otros que informarán sobre la velocidad y el ritmo de trote. Los datos quedarán registrados en 15 mil pulseras que se entregarán en forma gratuita a los vecinos que quieran usarlas.
“La idea surgió de la demanda: esta plaza se convirtió en el polo deportivo de Recoleta por naturaleza. La gente eligió este espacio porque no hay clubes en el barrio y el uso y la demanda se transformaron. Hicimos un par de reuniones con vecinos y más de 15 mil votaron que la pista era lo más necesario”, cuenta Agustín Fox, presidente de la Junta Comunal de la Comuna 2, encargada del proyecto. “En el mundo, hay muy pocas pistas con las características de ésta: nos inspiramos en una similar que hay en Dubai”, agrega Fox.
El elegido. En tanto, el proyecto para hacer una pista de atletismo en el Parque Avellaneda, denominado Circuito Aeróbico Parque Avellaneda, será una pista con recorrido de tres kilómetros, con marcaciones cada cien metros, iluminación, bebederos y postas aeróbicas en su trayecto para que todos los vecinos puedan correr, trotar y caminar con seguridad.
El circuito empezará a construirse en enero, y fue el más votado por los vecinos a través del programa BA Elige, que recogió más de 230 iniciativas de vecinos porteños. “La idea que tenga materiales de solado sintético en varios tramos del circuito para cuidar las articulaciones de los runners”, explica Gastón Gramajo, el impulsor del proyecto.
“El Parque Avellaneda es el segundo pulmón verde de la Ciudad y no cuenta con un circuito aeróbico. Reúne a muchos vecinos de las comunas del sur y el oeste porteños, que tendrán un espacio acorde. Queremos que Buenos Aires sea reconocida como la capital del running de América Latina”, agrega, entusiasta, el vecino.
Vecinos cuestionan: “Es un gasto innecesario”
“La Ciudad de Buenos Aires está planeando invertir $ 17 millones en una pista de running con sensores en una plaza de Recoleta. Existen en la propia Ciudad de Buenos Aires áreas geográficas (toda la zona sur) o reparticiones (hospitales o escuelas) en las que este dinero provocaría impactos mucho más significativos que el de satisfacer a algunos cientos de runners en Recoleta. Pidamos ser prudentes y justos en la asignación de recursos públicos”, explica el vecino Gustavo Sánchez, que esta semana publicó un petitorio en la plataforma Change.org y ya juntó casi 5.700 firmas.
“Me parece bien que se instale una pista, porque –como kinesiólogo– sé que eso evitaría lesiones innecesarias a los corredores. Pero la verdad es que ese gasto es innecesario, no es una prioridad para nada. Deberían invertirlo en hacerla en algún club de barrio”, dice Ramiro Valdebenito, que vive cerca de la zona y va a correr allí a diario. Los responsables del proyecto en Recoleta, por su parte, aseguran que lo consensuaron con ellos.