En septiembre del año pasado, el legendario periodista peruano Hugo Guerrero Marthineitz era desalojado de su monoambiente de Barrio Norte por no pagar el alquiler durante dos años. En esos momentos, el periodista eligió salir con una bolsa de consorcio negra en su cabeza y de esa manera montó una especie de show mediático, en el medio de una de las situaciones más críticas que le tocaba atravesar.
Antes de eso, había tirado por la ventana los premios Martín Fierro que ganó a lo largo de su carrera, y de esa manera comenzaba un peregrinaje por distintos hoteles de Capital Federal donde buscaba alojamiento, lo más liviano de equipaje posible.
Seis meses después de aquel hecho, Marthineitz volvió a la carga. Esta vez, su cuerpo luce mucho más delgado, su humor más irascible y su manera de hablar, desconcertante por momentos, deja en claro que el periodista está pasando por un momento muy complicado.
Lea más en la Edición Impresa de la revista Semanario