Todo estaba preparado para que un octogenario ciego, internado en el sanatorio Pami II de la ciudad de Rosario, y su novia de 50 años oficialicen su amor. El casamiento fue impedido intempestivamente por la hija del hombre que, tras armar un escándalo, interrumpió el final feliz.
Cuando Nicolás Valentino Román, de 87 años, estaba por dar el sí a Mariela Martínez, la hija del anciano María del Carmen Román ingresó a la habitación a los gritos y tras un rosario de insultos dirigidos a los testigos y a la novia, interrumpió la ceremonia. Inmediatamente las autoridades del sanatorio convocaron al personal de Comando Radioeléctrico.
Los motivos del triste final tienen que ver con cuestiones monetarias. Según la misma María del Carmen explicó al diario La Capital, la futura esposa pretendería quedarse con la pensión de su padre, que "es jubilado ferroviario y cobra 900 pesos".
Las sospechas de la mujer aumentaron luego de corroborar, según su versión, que todo se llevó a cabo “sin la autorización del médico, que es quien debe determinar si el paciente está apto mentalmente para contraer matrimonio".
Así, y luego de conjeturar sobre la presunta estafa, la mujer denunció que la señorita Martínez "se está aprovechando de que mi papá no está bien". "El matrimonio era consentido por Martínez para beneficiarse con la herencia", sentenció.
La ceremonia se iba a realizar ante un juez de Paz, enfermeros y mucamas que oficiaban como testigos. Las actuaciones sumariales se encontraban esta noche a cargo de la comisaría 9 con intervención de la justicia de faltas de los tribunales provinciales de esta ciudad.