La Cámara del Crimen ordenó indagar a cuatro policías de la comisaría de Mataderos sospechados de haber aplicado apremios ilegales a un detenido, en plena calle al momento de ser arrestado. Se trata de los policías Mario Oscar Cardozo, Víctor Gabriel Luna, Emilio Adolfo Caña y Walter Daniel Basteiro, quienes habían sido sobreseídos en primera instancia pese a la denuncia del detenido Hernán José Pin Errecaborde, quien tiene varios expedientes judiciales en trámite.
La Sala Cuarta de la Cámara consideró que "la decisión de sobreseer a los imputados no puede ser convalidada y, por el contrario, los elementos de convicción incorporados a la encuesta conforman el grado de sospecha exigido para convocarlos a prestar declaración indagatoria".
Según los camaristas Alberto Seijas, Carlos González y Marcelo Lucini, el juez de primera instancia debió considerar "el informe médico que acredita la presencia de lesiones en las zonas del cuerpo en que manifestó haber sido agredido". Y también los dichos de un testigo que "confirmó que los preventores pisaron al detenido mientras estaba tendido en el suelo boca abajo y también lo golpearon en la cabeza con la culata de un arma". "El cierre de la investigación dispuesto no puede ser homologado, debiéndose oír el descargo de los imputados", ordenaron los camaristas. Todo ocurrió el 8 de febrero del 2009, cuando Pin Errecaborde, de 40 años, se encontraba en el barrio de Mataderos en una actitud que -algunos policías- consideraron sospechosa.
De acuerdo a la versión policial, el hombre estaba por robar un vehículo en plena calle, a raíz de lo cual el propietario del auto -que vivía a pocos metros de la comisaría- salió a avisar a los efectivos de la seccional. Lo que está acreditado en la causa es que Pin Errecaborde fue detenido en plena calle. Y, según denunció, fue "golpeado por personal policial" al momento de su arresto. El hombre fue llevado a la comisaría a raíz de la causa del robo, pero también al hospital porque clamó varias veces por asistencia médica.
Cuando Pin Errecaborde fue llevado a los tribunales para declarar como acusado por el robo del auto (una causa que siguió su curso), el hombre denunció a los policías por apremios ilegales y la justicia abrió una causa paralela. Fue así como Pin Errecaborde pasó a tener un abogado (que le fue asignado gracias a un programa de patrocinio gratuito que tiene Colegio de Abogados de la Capital Federal) y acusó formalmente a los policías de apremios ilegales.
El querellante designado, Nicolás Bardavid, explicó a DyN que el juez que recibió la causa entendió en un primer momento que los policías que habían actuado en el procedimiento habían habido una persecución y que los policías habían aplicado la fuerza mínima necesaria para concretar el arresto. "Pero este hombre nunca se resistió a la detención. Y un testigo dijo en la causa que el acusado estaba boca abajo, esposado, y le pegaron con la culata", aseguró el abogado.
En la causa también presentó el informe médico del hospital que acreditaba las lesiones recibidas en la golpiza que -en rigor- le había propinado sólo uno de los cuatro agentes que participaron del procedimiento, explicó Bardavid a esta agencia. No obstante, el juez de primera instancia sobreseyó a los policías, a raíz de lo cual la querella apeló en base a las pruebas del expediente y consiguió reabrir la investigación para llamar a indagatoria a los policías sospechosos.
Fuente: DYN