SOCIEDAD

Investigan gigante colonia de murciélagos en Rosario

Decenas de miles de ejemplares pasan cada año por la Facultad de Derecho.

Los investigadores tomaron estas fotografías de los techos de la Facultad de Derecho en Rosario.
| museogallardo.gob.ar

Tras 25 años desde la última exhaustiva investigación, una bióloga, una docente y un veterinario analizan a la gigante colonia de murciélagos de la Facultad de Derecho en Rosario y realizan los trabajos necesarios para calcular la población.

Si bien los murciélagos no tiene buena fama, los científicos trabajan por desmitificar sus principales características. "Son el principal controlador biológico de insectos, entre ellos mosquitos y polillas", aseguraron al diario La Capital de Rosario la profesora de Ciencias Naturales María Eugenia Montari, la bióloga Candelaria Cordini y el veterinario Marcelo Romano.

Cordini destaca que "estos mamíferos cumplen una función en el ecosistema, su función es la de ser controladores biológicos de insectos y si eso se desbarajusta, los principales perjudicados van a ser los humanos". La bióloga destacó que cada hembra come cada noche unos 3 mil mosquitos y se estima que entre todas las hembras de la colonia comen durante una temporada más de 285 mil kilos de insectos, principalmente mosquitos y polillas.

El matutino consigna que trabajan en la principal colonia de murciélagos que tiene la ciudad, una de las pocas maternales (las hembras van a parir) y toda una rareza por estar en el centro de la ciudad y ubicada en los antiguos techos de la actual Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Los investigadores no sólo suben a los techos del centenario edificio todos los años, cuando los animales comienzan a llegar, sino que en 2014 pusieron en marcha una nueva investigación exhaustiva que se propone calcular la población de la colonia y sus características. La última investigación exhaustiva sobre la colonia de murciélagos es de finales de 1989 y estimaba la población de la colonia en unos 64 mil ejemplares. Una de las hipótesis actuales es que ese número disminuyó en todos estos años y podría haberlo hecho a la mitad, ya que de hecho los animales perdieron la mitad del espacio que ocupaban originalmente cada verano.

"Antes llegaban a mediados de septiembre y ahora lo hacen ya sobre noviembre", explica Montini, y ninguno de los investigadores descarta que el cambio climático sea uno de los factores que demora la llegada de las hembras.

Los tres investigadores pertenecen a la delegación Rosario del Programa de Conservación de Murciélagos de la Argentina (PCMA), e impulsaron el convenio que está a la firma de las Facultades de Derecho y Ciencias Agrarias, el Museo de Ciencias Naturales Angel Gallardo, la Secretaría de Medio Ambiente de Santa Fe y la ONG Ecosur. De ese modo, tres veces por semana, acompañados de 15 estudiantes de la licenciatura en Recursos Naturales de la UNR y ataviados con trajes que los cubren de la cabeza a los pies, botas, guantes y linternas, suben a la colonia para llevar adelante el trabajo de campo.

Los expertos aprovecharon la ocasión para descartar mitos populares sobre estos mamíferos. "Ni son ciegos ni son ratones viejos a los que les salen alas. Son mamíferos más parecidos a los humanos que a los roedores, porque tienen una cría por año en tres meses de gestación, tienen pelo, tienen mamas y dan de mamar durante tres meses. Además, de las 62 especies de murciélagos que hay en el país, apenas dos son hematófagos y se alimentan a sangre, mientas que a nivel mundial son tres y de las seis especies que hay en Rosario, todas son insectívoras. Y eso de que se enredan en el pelo y sólo se puede sacar cortando el mechón es puro cuento: sólo te vuelan cerca y eso a la gente le da un poco de impresión", aseguraron al medio rosarino.

Qué hacer si un murciélago ingresa a su vivienda. Desde el Programa de Conservación de Murciélagos destacan que antes que nada no hay que asustarse. En segundo lugar, hay que buscar un recipiente (ej: una caja de zapatos) y un cartón. Cubrir al murciélago con la caja y deslizar por debajo el cartón para capturarlo sin hacerle daño. Levantar ambos elementos y liberarlo en el exterior. Es importante recordar no tomarlo con las manos.