Itatí Leguizamón, esposa del sonarista santafesino y cabo primero de la Armada, Germán Oscar Suárez, dialogó con PERFIL sobre el estado del submarino ARA San Juan, que tripulaba a su esposo y otros 43 submarinistas y está desaparecido hace 15 días. "Vivían en una emergencia constante. En algún momento algo iba a pasar", advirtió.
Para Itatí, quien confesó que llora a su esposo desde hace una semana, cuando la Armada confirmó una anomalía hidroacústica similar a una explosión, lo que sucedió con el navío de origen alemán no es ninguna casualidad. "Todos sabíamos del estado del submarino, todas las familias", detalló. Y agregó que "ellos (la tripulación) lo vivían como algo normal, pero tenían emergencias todo el tiempo. Vivían en una emergencia constante. En algún momento algo iba a pasar y yo se lo decía, pero es lo que le gustaba hacer".
La mujer de Santa Fe, describió además que los tripulantes ya manifestaban síntomas por trabajar en condiciones no aptas. "Cuando cambiaban las baterías, les dolía la cabeza siempre porque largaban hidrógeno. Porque lo hacían mal". "Todo el tiempo reparaban averías que iban surgiendo y ponían su cuerpo para seguir navegando", precisó.
Por otro lado, Leguizamón expresó que forma parte de las ocho familias que solicitaron ser querellantes de la causa que investiga una "averiguación de ilícito", a cargo de la magistrada federal Marta Yañez, de Caleta Olivia, para determinar si hay responsabilidades detrás del evento.
Interna con los familiares. Itatí contó que desde el miércoles de la semana pasada, cuando revelaron una presunta explosión, hubo un quiebre entre las familias de los tripulantes. "Me hacía mal estar ahí, sentía que se burlaban de mí por no aceptar algo que yo ya había aceptado. Una explosión dentro de un circuito cerrado... hay que ser idiota para no darse cuenta". Aunque expresó que "no quiero juzgarlos, mi manera de canalizar el dolor es hablar y hablar, ellos quizá se mienten para no aceptarlo".
Actualmente, a los familiares los une un grupo de Whatsapp, aunque no están todos, según cuenta Itatí a este sitio. "Somos 12 familias que siempre tuvimos la misma postura, la otra mitad supongo que ahora que dieron este comunicado aceptarán la realidad". "Mi duelo empezó hace siete días, hicimos una misa, un velatorio, hace una semana que lloro", relató.
Esta tarde del jueves la Armada Argentina mediante su vocero oficial, Enrique Balbi, manifestó que dejarán de buscar a los tripulantes, aunque seguirán buscando el paradero del submarino. "Yo ya lo sabía desde la explosión, pero quizá ellos cumplieron con un protocolo en el que había que esperar el doble del tiempo estimado de supervivencia (7 días)". "No creo que hubo un ocultamiento".
Por último, Leguizamón dijo que desde entonces, ningún funcionario del gobierno nacional o provincial se comunicó con ella. "Es un faltante de un gesto humano, pero yo no me quiero meter en política". "El único que me llamó fue el gobernador de Santa Fe (Miguel Lifschitz) mediante su secretaria".