Berlin.- Beber hasta un estado próximo al coma etílico, es la nueva tendencia "en boga" entre los adolescentes alemanes al punto de alarmar a médicos y expertos de salud pública que se inquietan por los estragos que causa el alcohol entre los jóvenes.
"Espumante, vodka-lemon y gin-tonic gratuitos desde las 22H00 hasta la medianoche, entrada 6 euros (7,92 dólares)", reza un cartel en "Zaza", un local nocturno del centro de Hannover (norte).
En las grandes ciudades alemanas aumenta el número de establecimientos para adolescentes que hacen este tipo de ofertas con "canilla libre" de bebidas alcohólicas. El objetivo de la operación es atraer clientela a una hora en que las discotecas están normalmente desiertas.
Estas fiestas tienen un nombre inspirado en reuniones similares en Gran Bretaña: "All you can drink-partys" o incluso "flatrate-partys", como las tarifas ilimitadas de telefonía e internet, para beber la cantidad que uno sea capaz de ingerir. Y son los adolescentes, con poco dinero en su bolsillo, los que más se entusiasman con este tipo de ofertas, bebiendo hasta llegar a sus máximos límites, incluso al coma etílico.
Este es el caso de Lukas, un joven berlinés de 16 años, que desde hace dos semanas se debate entre la vida y la muerte, tras haberse bebido 52 tequilas en un local nocturno de un barrio elegante de la capital alemana. "Por una parte, es menor el número de jóvenes que bebe (en comparación con años pasados).
Pero por otra, los que beben toman cada vez más", explicó a la AFP Christa Merfert-Diete, de la Oficina Central alemana para Problemas de Dependencia (DHS). En resumen, la sociedad quedaría cada vez más "enganchada".
Según Jakob Hein, médico-jefe de la clínica de psiquiatría y de psicoterapia del hospital universitario Charité de Berlín, el número de jóvenes que llegan a los servicios de urgencia en estado avanzado de ebriedad pasó de 170 a 270 entre 2004 y 2005. El riesgo de caer en la dependencia es además particularmente importante en la adolescencia, ya que los jóvenes al otro día de la borrachera se quejan de dolor de cabeza, pero el organismo no está todavía dañado.
"El alcohol, junto con el cigarrillo, es la droga más fácilmente disponible en Alemania y tiene un gran auge", subrayó en una entrevista con el diario Berliner Zeitung. En la televisión o en el cine, la publicidad de bebidas alcohólicas, en particular la de cerveza, es todavía autorizada en Alemania, a la inversa que en numerosos otros países europeos.
"Los jóvenes en la pubertad o en la adolescencia quieren tener nuevas experiencias, superar sus límites y pueden hacerlo con ayuda del alcohol", explicó Christa Merfert-Diete.
"La publicidad desempeña un gran papel al decir 'tu puedes divertirte, tu puedes tener placer, tu puedes ser feliz si bebes alcohol' y esto, por ejemplo, desplegado en grandes carteles", según la experta. El fenómeno es además más inquietante por cuanto los jóvenes alemanes son los segundos mayores consumidores de alcohol en Europa, tras los adolescentes británicos, según un estudio de UNICEF.
Varios responsables políticos reclaman que la venta de alcohol sea prohibida a los menores de 18 años. "Deberíamos utilizar por principio todas las posibilidades que impidan a los jóvenes caer en la dependencia del alcohol", subrayó Maria Eichhorn, encargada de cuestiones de drogas en el seno de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Alemania.
La legislación alemana prohibe ya la venta de cerveza, vino y espumantes a menores de 16 años y alcoholes fuertes a menores de 18. Pero los propietarios de bares no piden nunca a un joven que muestre su carné de identidad para verificar su edad.