En apenas cinco semanas, la presidenta Cristina Kirchner podría hacer realidad un deseo que persigue con tenacidad. Poder ver desde los ventanales de la Casa Rosada la escultura de Juana Azurduy, la heroína boliviana que luchó por la independencia nacional.
Según pudo averiguar PERFIL, la nueva escultura, que reemplazará a la de Cristóbal Colón, se encuentra prácticamente lista y, según confirmaron fuentes cercanas al proceso, se prevé su inauguración para el domingo 12 de octubre, fecha en que se celebra el Día de la Diversidad Cultural en Bolivia, y además se llevarán a cabo las elecciones presidenciales. “La obra se encuentra en su última etapa. Sólo faltan ensamblar las piezas que representan al pueblo del Alto Perú”, señaló días atrás Andrés Zerneri, autor de la obra, a PERFIL. Como se recordará, la estatua de “la Juana” fue un regalo del gobierno de Evo Morales a la Argentina: donó US$ 1 millón para su ejecución.
Donde antes se encontraba el monumento a Colón ahora se puede ver un nuevo pedestal. Su estructura es de hormigón armado y ladrillos de carbonilla, un material muy diferente al mármol de Carrara que utilizó Arnaldo Zocchi para la base de la figura del marino. A su lado, una estructura tubular protege hoy la escultura de Cristóbal Colón. Pero las demás piezas del grupo escultórico esperan a la intemperie ser trasladadas a su nuevo destino: frente al Aeroparque.
En las últimas horas, el Círculo Italiano, que se opone al traslado del monumento, puso en duda que la estatua estuviera detrás de la Casa Rosada. Sin embargo, desde el gobierno porteño explicaron a PERFIL que la estatua “no fue trasladada. Está en una carpa donde la restauran el escultor Domingo Tellechea y la Universidad de La Plata”.