Desde Córdoba
El frío que cayó sobre la ciudad de Córdoba no fue un impedimento para que el público dijera presente en Sexpoerótica, la feria de sexo y erotismo más grande del país, y una de las más representativas del continente. Allí, en las instalaciones de la Plaza de la Música, la temperatura sube y los prejuicios quedan de lado.
En los pasillos que dan forma a la muestra hubo de todo: talleres de caricias, toros mecánicos con forma de pene, stands de comidas afrodisíacas, un “boulevard erótico” en el que se podían conseguir los más variados juguetes para disfrutar en la intimidad y hasta un “confesionario sexual’’, donde las parejas podían hacer consultas en privado a la sexóloga Daniela Ragnes.
Tampoco faltaron shows de strippers cada media hora, un impactante desfile de revista Hombre, muestras de body painting en vivo y hasta propuestas para el público swinger; opciones atrevidas pero que no derivan en lo grotesco.
La gran atracción en la feria fue la presencia de Alessandra Rampolla. La sexóloga nacida en Puerto Rico divirtió al público con juegos, charlas y propuestas de tono sexual. Rampolla recorrió el lugar y celebró que haya eventos como la Sexpo, “que va un poquito más allá de lo que estamos acostumbrados” en temáticas sexuales. “Es bueno que los adultos tengan lugares donde jugar como adultos y disfrutar como tales, sin chicos y sin otras preocupaciones. Se genera un espíritu muy especial que se transmite en cada rincón de la feria” expresó. Además, aseguró que en el país la gente es “cada vez menos pudorosa” y se nota una “mayor apertura mental para hablar de temas vinculados a la sexualidad, fenómeno que también se ve expresado en las redes sociales”.
Por su parte, Cristian Sassi, organizador de la Sexpoerótica, habló con PERFIL y se mostró muy conforme con la respuesta del público en esta nueva edición. “La situación del país nos hacía tener algunas dudas. Arrancamos incluso un día de paro general, pero funcionó muy bien. Casi 10 mil personas asistieron a las dos jornadas y quedó demostrado que la gente tiene mucha curiosidad y está buscando aprender más. Cada vez hay más exposición de sexo, pero se habla menos. Entonces aquí encontraron un espacio donde crecer, formarse” analizó. “En la Sexpo no hay timidez ni vergüenza que valga. Aquí podés ver gente de todas las edades que camina por la feria, que se acerca por curiosidad o a aprender algo”, subrayó, al tiempo que de cara al futuro aseguró que su sueño “es llevar esta feria a Buenos Aires, ojalá algún día pueda concretarlo”, concluyó esperanzado.