Camila Borda, de 11 años, estuvo desaparecida por cuatro horas hasta que la encontraron muerta atada dentro de una bañadera en una finca cerca de su casa, en el barrio Ricardo Rojas de la localidad de Junín.
Según fuentes de la investigación, Camila fue a comprar el pan este mediodía y no volvió a su casa, por lo que su mamá se preocupó y fue hasta la comisaría. La policía se dirigió a una casa quinta ubicada en la calle Arias al 1600 porque los vecinos reconocieron la bicicleta de la chica enfrente de la vivienda.
El cuidador de la casa se mostró muy nervioso ante la presencia de las autoridades por lo que los agentes decidieron revisar el interior. Fue entonces cuando hallaron el cuerpo de Camila en la bañandera en el baño de la planta baja. Habría sido atada y estrangulada con una bolsa en la cabeza, según informaron fuentes del caso al diario Clarín.
El sospechoso del crimen, identificado por la policía como Carlos Varela, de 40 años, fue detenido y está alojado en la comisaría de General Viamonte.
Tras trascender el crimen, los vecinos enfurecidos trataron de atacar al detenido antes de que se lo llevara la policía y comenzaron a arrojar todo tipo de proyectiles hacia los agentes y quemaron un patrullero.