SOCIEDAD
Informe de Reporteros sin fronteras

La Argentina retrocede en libertad de prensa

Así lo sostiene el informe de la asociación. Bolivia es el país de América Latina donde la prensa es más libre, mientras que Cuba es el Estado del subcontinente en el que los periodistas sufren una mayor represión.

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Bolivia es el país latinoamericano donde la prensa es más libre y Cuba es el Estado del subcontinente en el que los periodistas sufren una mayor represión al ejercer su trabajo, según un informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) divulgado ayer.

Finlandia, Irlanda e Islandia son los campeones mundiales de la libertad de prensa, según esta clasificación, que se realiza por quinto año consecutivo. Dentro de América Latina, Bolivia irrumpe por primera vez entre los 20 primeros países y ocupa el 16º lugar en la lista.

"En el último año, los periodistas bolivianos han disfrutado de una libertad de prensa comparable a la de sus colegas austriacos o canadienses", felicita RSF, asociación de defensa de la libertad de prensa con sede en París.

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Sin embargo, "la creciente polarización entre los medios de comunicación públicos y privados, entre partidarios y opositores del presidente Evo Morales, podría complicar la situación", advierte la organización.

A Bolivia le sigue Costa Rica, en el 29º lugar y El Salvador, en el 41º. Los últimos puestos de esta clasificación los ocupan Corea del Norte, Turkmenistán, Eritrea y Cuba.

"Cuba, en la 165ª posición, sigue siendo la segunda cárcel del mundo para los periodistas, con 24 informadores presos, y continúa sin tolerar que haya prensa independiente", critica RSF.

Le siguen México y Colombia, en las 132ª y 131ª posiciones respectivamente, países que han tenido tres periodistas muertos cada uno en el último año.

"Desgraciadamente los depredadores de la libertad de prensa siguen siendo los mismos. Los periodistas norcoreanos, eritreos, cubanos, birmanos o chinos, pagan con su vida o su libertad el hecho de querer informar", lamentó la organización.

RSF subrayó otra mala sorpresa en el subcontinente: los claros retrocesos de Brasil (75ª posición) y Argentina (76ª) con respecto al año pasado.

"En Brasil hubo un periodista muerto este año y los ataques a la prensa local siguen siendo numerosos. En la Argentina, donde las relaciones entre gobierno y prensa son pésimas, la retirada de subvenciones a los medios de comunicación no será sin duda la forma de mejorarlas", critica RSF.

Salvo Guatemala, en la 90ª posición, América Central conserva una posición más de digna en esta clasificación, destaca la organización.

El caso de Panamá (39º) es especialmente significativo, ya que el país, que "disfruta de un contexto político tranquilo y sereno propicio para el desarrollo de una prensa libre y dinámica" avanzó casi 30 puestos en 12 meses.

"Todos los años hay países del hemisferio Sur que ganan puestos y pasan por delante de los Estados europeos o de los Estados Unidos. La pobreza no está reñida con la libertad de expresión", se congratuló RSF.

Por otra parte, la organización destacó que en Perú (113º), el trabajo de la prensa se lleva a cabo en medio de una gran tensión, al igual que ocurre en Venezuela (115º), donde "persisten las secuelas de la guerra mediática entre partidarios y opositores del presidente Hugo Chávez".

RSF considera la guerra como la "enterradora" de la libertad de prensa. La organización recuerda que un país como Líbano pasó del puesto 57 al 107 en menos de cinco años y subraya que la impotencia del gobierno palestino para garantizar la estabilidad y la actitud de Israel fuera de sus fronteras amenazan gravemente el ejercicio de la libertad de expresión en Oriente Medio.

Además, RSF alerta del deterioro de las relaciones entre la prensa norteamericana y el gobierno de George W. Bush, que considera "sospechoso a cualquier periodista que cuestione su guerra contra el terrorismo".

También subraya las consecuencias del escándalo de la publicación de las caricaturas de Mahoma en diversos medios de comunicación a finales de 2005. Este asunto hizo que Dinamarca perdiera su puesto de líder de la libertad de prensa y retrocediera a la posición 19ª debido a las amenazas sufridas por varios de sus periodistas.

Para establecer esta clasificación, RSF pidió a organismos de defensa de la libertad de expresión y a su red de corresponsales, juristas y militares de derechos humanos repartidos por el mundo que respondieran a 50 preguntas.