Dicen que el viernes Amado Boudou y Mercedes Marcó del Pont supieron comprender y postergaron para mañana o para el martes la reunión prevista para esa tarde con Jorge Brito. Aunque el casamiento del hijo del titular de Banco Macro estaba programado desde hace diez meses, no figuraba en las respectivas agendas de los funcionarios de Gobierno pero, seguramente, no había tema de tanta urgencia que obligara al banquero a llegar a las apuradas y con el moño del smoking a medio hacer a la fiesta de bodas de su hijo Jorge.
La cita era a las 21.30 pero algunos políticos, como Daniel Scioli, habían avisado que llegarían pasadas las 23. El horario lo respetó más que nada la numerosa convocatoria de amigos y familiares que se ubicaron a gusto e informalmente en los salones del Jockey Club de San Isidro. Brito (hijo) y Gabriela Vaca Guzmán no querían una celebración rígida ni protocolar y bastante costó que el novio se pusiera un smoking: la informalidad es una regla de vida para ambos.
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