Desde que comenzaron a formar parte de la escenografía de la Ciudad, las bicisendas y ciclovías se sumaron a las variables a tener en cuenta a la hora de fijar el precio de venta de un inmueble e incrementaron el valor de esas propiedades, igual que la cercanía con los espacios verdes, las avenidas o los centros de trasbordo y acceso al transporte público.
Al menos así se desprende de un informe elaborado por la Secretaría de Transporte porteña y el corredor inmobiliario online Property.
El estudio no sólo revela el impacto positivo de las ciclovías en el valor de un inmueble, que aumentaría el valor de las propiedades lindantes en alrededor del 5%, sino también que el 62% de los porteños ya vive a menos de 500 metros de alguno de los tramos de los 158 kilómetros que tiene la red exclusiva para bicicletas de la Ciudad, y que –según estimaciones del gobierno porteño– alcanzarán los 180 kilómetros de extensión a fines de este año.
“En la percepción de los futuros compradores, una cuadra con ciclovía va asociada con la iluminación y, por ende, con mayor seguridad. Además, el tránsito no circula tan rápido por allí, con todo lo que ello implica. Todos estos parámetros hacen a una mayor valuación de la propiedad y apuntan, sobre todo, a una mejor calidad de vida”, aseguró Gonzalo Noguer, director de Nuevo Urbanismo, una empresa promotora de desarrollos urbanos.
En sintonía, Marcelo Buyo, gerente general del desarrollador inmobiliario Grupo Portland, destacó: “Sabemos que los espacios verdes y la movilidad sustentable son factores claves a la hora de adquirir una propiedad. El comprador final busca otro tipo de diferenciales y se inclina hacia iniciativas que fomenten la vida familiar”.