SOCIEDAD
Caso Maldonado

La clave de la autopsia que podría complicar a Gendarmería

La fiscalía pidió aplicar un protocolo internacional para determinar si el cuerpo hallado en el Río Chubut fue asesinado. Qué se sabe y qué no de la investigación.

Extrema seguridad en el ingreso del cuerpo a la morgue judicial.
Extrema seguridad en el ingreso del cuerpo a la morgue judicial. | DyN/Télam

La desaparición de Santiago Maldonado hace 80 días y el hallazgo de un cuerpo en el Río Chubut al que mañana le realizarán una minuciosa autopsia para determinar la identidad y las causas de muerte mantienen en vilo a un país, que sospecha lo peor.  En esa línea, la fiscal Silvina Ávila y el juez Gustavo Lleral, a cargo de la investigación, pidieron que se aplique el protocolo de Minnesota, utilizado para determinar ejecuciones y lesiones, que parecería reforzar las sospechas que pesan sobre Gendarmería.

Este protocolo internacional es, en principio, "un protocolo que se debe cumplir y hacer siempre en las autopsias", explicó el forense experto en investigación criminal, Fernando Cardini. En este sentido, el especialista explica que el hecho de aplicar un procedimiento que investiga ejecuciones en "una causa caratulada como desaparición forzada" apuntaría la investigación hacia la fuerza comandada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. 

"La Gendarmería nunca estuvo fuera de foco primero por los dichos y después porque los mismos gendarmes en sus testimonios dijeron que habían tirado piedras y eso es lo que en un principio se va a buscar. Para saber por sí o por no", detalló el perito.

Como contrapunto, el criminólogo Raúl Torre, afirma que la aplicación del protocolo depende de una cuestión burocrática y eso no significa necesariamente que la fiscal apunte a un asesinato ni a la Gendarmería como principal responsable, sino que "pide este estudio exhaustivo para prevenir que el día de mañana la cuestionen".

¿Qué es el protocolo de Minnesota? "Es un protocolo creado en 1991 y luego reforzado en 1999 en Estambul que fue tomado por la Organización de las Naciones Unidad (ONU) para esta tipificación de delito", explicó Cardini y respecto al procedimiento del viernes agregó: "Va a ser una autopsia mucho más detallada, minuciosa y extensa porque tiene una guía de procedimientos técnicos para determinar si una persona fallecida fue ejecutada". "A diferencia de una autopsia normal de tres o cuatro horas, la de mañana va a llevar ocho horas mínimo", relató.

Torre coincidió en que la duración de la autopsia será más extensa que lo normal, pero adjudicó los motivos a "la cantidad de gente que va a haber". "Yo conozco la morgue del Poder Judicial y va a estar paralizada, todos con ese caso. Va a haber como 15 personas preguntando", argumentó, y aseguró que "va a ser filmada con una cámara fija y una móvil".

Qué se sabe del caso. El cuerpo fue encontrado sobre los márgenes del Río Chubut el pasado martes, a tan sólo 300 metros de donde se realizó el 1 de agosto un operativo de desalojo de los Mapuches que cortaban la ruta durante una protesta. La Gendarmería llegó con una orden del juez Otranto, quien luego tuvo la causa de la desaparición de Santiago Maldonado durante dos meses y luego fue recusado por una polémica y criticada gestión del caso.

El cadáver tenía una campera celeste, que coincide con el relato de Matías Santana, un testigo mapuche que aseguró ver cómo la Gendarmería se llevó en una camioneta al joven artesano antes de que pudiera cruzar el propio Río Chubut, tras un fuerte enfrentamiento que incluyó piedrazos según lo declarado por ambas partes. Además, junto al cuerpo estaba el DNI de Santiago Maldonado.

El único imputado hasta ahora en la causa es el subalferez Emmanuel Echazú, el gendarme que declaró haber recibido un piedrazo durante el operativo, y no está imputado porque exista alguna prueba en su contra, sino por un tecnicismo. La razón es que luego de que se solicitara un peritaje sobre las heridas que habría recibido en el Pu Lof, el uniformado se presentó en el expediente con un abogado defensor por considerarse sospechado, y por ese motivo quedó imputado.

Una de las cuestiones más urgentes que tiene la Justicia es saber qué hizo cada uno de los gendarmes que participó del operativo el 1 de agosto en la Ruta 40. La investigación se centró sobre dos hombres de la fuerza. El jefe del Escuadrón 35, Fabián Méndez, y Echazú, del 36, que regresaron a sus bases el 2 de agosto a las 5.30 de la mañana. Todo el operativo del día anterior, donde ocurrió la desaparición forzada de Santiago Maldonado, había finalizado cerca de las seis de la tarde.

¿Fue un piedrazo de los mapuches o arañazos de Maldonado? Es uno de los interrogantes sobre las heridas de Echazú, que fue fotografiado con su rostro ensangrentado por una herida al parecer cortante que le atravesaba la parte derecha del rostro. Ante la Justicia declaró que recibió un piedrazo al borde de la ruta 40, en la entrada a la comunidad mapuche, antes de ingresar al territorio. Sin embargo, su declaración se contradice con las imágenes que lo muestran a la vera del río Chubut ensangrentado.  

El ingeniero Ariel Garbarz, perito propuesto por la querella de la Comisión Provincial de la Memoria (CPM), aseguró que uno de los teléfonos del tatuador fue usado el 2 de agosto, un día después de la última vez que lo vieron, cerca de Esquel. Y advirtió que la empresa de telefonía celular puede revelar las identidades de los teléfonos que estaban cercanos al de Maldonado ese 2 de agosto.

Contradicciones e incertidumbre. La principal pregunta que se hizo la familia Maldonado cuando se encontró el cuerpo el martes pasado es ¿cómo llegó el cuerpo ahí? Y Verónica Heredia, abogada de la familia, fue muy explícita: "Yo estuve ahí y no había nada. Se hicieron tres rastrillajes anteriormente en esa zona. Creemos que el cuerpo fue plantado", disparó.

Sin embargo,  fuentes judiciales dijeron que "nunca se había buscado a esa altura del río" porque los peritajes fueron hechos desde donde la Gendarmería y la Comunidad Mapuche reconstruyó los hechos de aquel 1 de agosto, recorriendo en sintonía la dirección del Río Chubut.

No obstante, aunque se hayan hecho o no los rastrillajes en esa zona, la familia sembró la duda de cómo pudo un cuerpo haber subido el río. Por otro lado, la letrada de la familia dijo que la hipótesis que barajó Otranto de que se ahogara intentando cruzar el río es imposible porque el 1 de agosto "había 30 cm de agua".

Lo que algunos forenses expertos indicaron ante los cuestionamientos de porqué no se lo encontró antes al cuerpo es que pudo haber estado bajo el agua y emerger en el momento del desprendimiento de gases. Además, algunas versiones también apuntaron a que los anteriores rastrillajes no fueron exhaustivos ante la inminente tensión que había entre los gendarmes y los habitantes mapuches.

El último rastrillaje que ordenó el juez Lleral tiene también la particularidad que la iniciativa surgió de la declaración testimonial al Prefecto Principal Leandro Antonio Ruata de la Prefectura Naval Argentina. El nombrado, jefe de la delegación de San Carlos de Bariloche, y oficial a cargo de los rastrillajes realizados con anterioridad en el Río Chubut en el marco de la causa, manifestó, en términos generales, que si bien dichas búsquedas fueron realizadas con buenas condiciones de visibilidad, “sería conveniente efectuar al menos un rastrillaje más, ello debido a las características que presenta el curso de agua. 

En efecto, el prefecto ha manifestado: “Creo que debería repasarse el río algunas veces más porque tiene muchas zonas irregulares y ramas. Yo haría un repaso completo de todas las zonas”.