En medio de la polémica generada por la futura ley de educación sexual porteña, que plantea que la materia sea obligatoria desde el preescolar, hoy se dio a conocer una encuesta según la cual el 58% de los adolescentes de Buenos Aires asegura haber recibido una sola charla sobre el tema durante toda su escolaridad.
Sin embargo, el 95% de ellos espera recibir educación sexual antes de los 14 años y considera de suma importancia que en el ámbito escolar se les brinde información sobre métodos anticonceptivos, prevención de las infecciones de transmisión sexual y de abusos sexuales.
Según el sondeo, realizado por el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM) a 484 adolescentes de entre 12 y 19 años de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, el 30% de los adolescentes querría que se les dé, al menos, una charla anual sobre el tema en el colegio mientras que el 26% plantea que debería ser tratado en una sola materia varias veces por año.
“Es lógico que ocurra ésto, puesto que las inquietudes acompañan al desarrollo del chico y con una charla una sola vez no alcanza”, explicó Alicia Figueroa, tocoginecóloga del CELSAM. Y agregó: “Además, habría que ver si lo que están recibiendo hoy se puede considerar como educación sexual. A nadie se le ocurriría enseñar geografía de América con una sola charla”, graficó.
Para el 31% de los casos consultados, la educación sexual que se implementa en los colegios está dada por docentes, con muy buenas intenciones pero sin capacitación y sin apoyo de material informativo y/o didáctico para llevarlas a cabo.
“En un hacer con lo que se tiene y con lo que se puede, muchas veces esta educación sexual sólo queda como una buena intención de unos pocos y sin el marco y la formalidad que la educación requiere”, comentó Figueroa, quien recalcó que sin la formación adecuada se persiste en la transmisión de mitos y conceptos erróneos sobre anticoncepción o se fomentan conductas que no contemplan el derecho de los jóvenes a pensar y a elegir por ellos mismos. Y que este desconocimiento va de la mano de una situación frecuente y cotidiana en las aulas: los embarazos adolescentes.