Matías Ronzano y Facundo Vega despegaron al mando de la avioneta turbohélice bimotor matrícula LV MCV (en la que también viajaba Matías Aristi, hijo del dueño de la compañía agraria dueña del vehículo) a las 14.30 del 24 de julio, desde el aeródromo de San Fernando. Tenían previsto llegar a las 18.30 a la terminal aérea de la localidad formoseña de Las Lomitas, pero nunca lo hicieron: la aeronave desapareció de todos los radares cercanos (San Fernando, Aeroparque y Ezeiza) seis minutos después y a 17 kilómetros de distancia de su punto de origen.
A casi un mes de ese día, la avioneta ya fue encontrada en el tramo Paraná Guazú, una zona de difícil acceso del Río Paraná, a unos 40 kilómetros de la localidad bonaerense de Zárate. Pero todavía no hay rastros de ninguno de los tripulantes, y los familiares de uno de los pilotos consideran que la búsqueda fue deficiente.
"El abogado nos planteó desde un primer momento que si esto era un accidente hubo mucha negligencia", afirmó Ángela Barbero, esposa de Ronzano. Su abogado, Mariano Lizardo, anticipó que iniciará acciones legales contra los responsables de lo ocurrido, cuando se dictamine quiénes son.
Según Barbero, el domingo "pusieron todos la cara, del comité de crisis, Pamela Suárez [presidenta de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil] e Irigoin [director de la ANAC], pero antes nunca salieron a decir: ´Estamos buscando de esta manera´. Eran todos papelitos".
"Todos los familiares estaban desde el día 1 en el bar y de repente ayer les ofrecieron a cada familia un hangar, estaba la policía controlando quién entraba y quién no. Nunca lo habían hecho. De repente era otro mundo: un aeropuerto controlado", lamentó la mujer en diálogo con La Nación.
Franco Barbero, hermano de Ángela, planteó: "Todo el mundo está diciendo que el avión se cayó porque Matías no sabía manejarlo. Y no es así. Vamos a llegar a las últimas consecuencias para limpiar el nombre de mi cuñado". "Lo que me dijeron es que sacaron una montaña de fierros, que no se puede distinguir nada. No creo que haya ningún rastro de nada. Uno la esperanza igual no la pierde", agregó.